“Ha sido un comienzo de año complicado para los mercados emergentes,”, explica Alexander Gorra gestor de BNY Mellon. “Creo que hemos visto una serie de factores que han contribuido a ello.” Uno de los principales ha sido la inestabilidad que se ha contemplado en Oriente Medio, que empezó en Túnez y Egipto y ahora se ha trasladado a Libia, Bahréin, Omán, Yemen y quién sabe hasta dónde va a llegar.  “Consideramos que se trata de una oportunidad fantástica, en verdad, para que los inversores recapaciten mientras comienzan a introducir más riesgo en sus carteras”, continúa el experto.  
 
 “Creo que cuando se observa la infraestructura en todo el mundo,” se percibe que durante los últimos veinte años se ha seguido un mayor ritmo de construcción en las zonas de Europa del Este, Asia y China. Y, en realidad, en América Latina, y en concreto en Brasil, se ha invertido mucho menos de lo necesario en los años 80 y 90 a causa de los altos niveles de déficit y de deuda que existían en aquella época. Se ha invertido demasiado poco en infraestructura durante las últimas décadas y parecería que, dadas las sólidas políticas macroeconómicas y monetarias en Brasil y México, la caída de la deuda, la tasa de inversión y el superávit, ahora estamos ante un entorno perfecto para inversiones a largo plazo. “Consideramos que se trata de un segmento de crecimiento que aumentará a un ritmo superior que el PIB durante los años venideros”, asegura el experto.
 
 La inflación es, sin duda, uno de los factores claves que se debe abordar. Tomemos como ejemplo Brasil, que supone el 80% del mercado latinoamericano. Con el nuevo gobierno, que subió al poder en enero, ya se han aprobado una serie de medidas para luchar contra la inflación. “Han subido los tipos de interés a corto plazo y consideramos que en este ciclo los tipos de interés experimentarán incrementos de 200 puntos básicos”, señala el experto. Dado que el mercado ha sido testigo de estas medidas estrictas, el tipo de interés a largo plazo ha llegado a caer. Por eso es clave para el desarrollo de infraestructuras. No los tipos a corto plazo, pero sí a largo plazo y no cabe duda de que el mercado está empezando a ver que el gobierno está tomando medidas positivas en política monetaria.
 
Estamos en las primeras etapas de construcción de esa infraestructura. Entonces, “no se trata de gestionar los proyectos existentes o mejorar los ya existentes, sino de crear nuevos proyectos”, señala Gorra. Consiste en construir nuevas carreteras, líneas ferroviarias, etc. Muchas grandes empresas europeas y estadounidenses se están estableciendo en Brasil y en México, y algunas de las empresas españolas más estratégicas están acometiendo el desarrollo de infraestructuras de una manera bastante agresiva. Creo que la infraestructura latinoamericana va a ser el gran área de crecimiento para muchas de estas empresas con sede en la península ibérica, asegura el experto.
 
América Latina está muy bien posicionada porque, si tomamos como ejemplo Brasil y México, México es un exportador de petróleo mientras que Brasil es completamente autosuficiente, “y en los próximos 3 ó 4 años también será un exportador de petróleo”, señala el experto.  
 
Los sectores primordiales en los que “nos estamos centrando, dentro de infraestructura, son los operadores de carreteras o los operadores de autopistas. Poseemos una serie de nombres que pertenecen al segmento que opera autopistas. También están los operadores portuarios”, señala Gorra. También están las empresas generadoras de electricidad. Pero no se trata solo de estos operadores de infraestructuras, sino también de algunos de los proveedores para infraestructuras.
 
Sí, “considero que es muy importante, sobre todo en lo que concierne a infraestructura, poseer experiencia en el terreno”, señala el gestor de BNY Mellon. Durante los últimos diez años, durante el boom de las materias primas, por supuesto había que entender el tema de China y el del crecimiento mundial y cómo todo esto podía afectar a algunos de los nombres más importantes en materias primas; pero pensamos que esa tendencia se está disipando. Dado el número de nuevos nombres que están entrando en el mercado, incluyendo empresas internacionales de infraestructura y empresas nacionales, cobra especial importancia entender las microtendencias locales, el entorno regulador local, las presiones inflacionarias, las fluctuaciones de la divisa local y el efecto que tendrán. Estas preocupaciones en términos nacionales y, en concreto, la regulación podrían influir en mayor medida en el desempeño de estos nombres de la infraestructura que algunos asuntos mundiales. “Esto nos permite interpretar tanto las tendencias macro mundiales como las tendencias específicas del país”, señala.
 
Sí, el fondo BNY Mellon Brazil Equity Fund está disponible para inversores europeos que quieran centrarse únicamente en Brasil, “creemos que este fondo proporciona una inversión atractiva. Para aquellos inversores que quieran exposición a una variedad de sectores, como materias primas, consumo doméstico e infraestructura, esto fondo también ofrece una exposición interesante, concluye.