Desde La Financière de l’Echiquier explican que su fondo Echiquier Space se centra en aquellas compañías que ya están inmersas en la revolución espacial 2.0 que está en marcha. Una industria que se calcula que va a multiplicar sus números en los próximos años de forma exponencial. Lo hablamos con Gonzalo Azcoitia, country head de Iberia de la gestora francesa.

¿En qué se diferencia el Espacio 1.0 del Espacio 2.0?

El espacio 1.0 es el espacio al que estamos acostumbrados desde pequeñitos, sobre todo yo, que ya tengo una edad, que es el espacio de los americanos, los soviéticos y luego un poco los chinos, en la conquista de los viajes a la Luna, etc. Había un componente geopolítico muy grande, es es espacio que más se ha contaminado (esos trozos de metal que hay dando vueltas por la órbita vienen de ahí) y no era un espacio innovador y, sobre todo, no había ningún incentivo para reducir los costes, porque esto era costes más margen, con lo cual, casi, a mayor coste, mejor para la compañía que hacía la misión. Ese es el espacio 1.0.

El espacio 2.0 empieza cuando en Estados Unidos hay una ley, la SPACE Act, que abre el espacio a la iniciativa privada. Yo diría que el espacio 2.0 se caracteriza por tres cosas: primera, emprendimiento; ya no son los estados, ya son emprendedores. Y no solamente Elon Musk, que sale por todas partes, sino Will Marshall, en Francia una persona que se llama Nicolas Gaume, hay un montón de emprendedores que quieren salir al espacio y hacer negocio con el tema espacial. 

La segunda característica, que tiene que ver con eso, qué tipo de negocio, es la innovación. No estamos hablando de ir a la Luna por el hecho de ir a la Luna y decir "hemos sido los primeros", estamos hablando de hacer actividades en el espacio que hagan mejor la vida en la Tierra, esa es la gran característica. Entonces estamos hablando de observación satelital, por ejemplo, veintiséis de los cincuenta indicadores del cambio climático se observan desde satélites. Estamos hablando de agricultura de precisión, máquinas que cuando van por el campo llevan abono, pesticida y herbicida y lo mezclan en distintas proporciones en metros, con diferencias de 100 o de 200 metros, en función de las observaciones del satélite, que penetra cinco capas en la tierra, y mide la humedad y otros parámetros, para saber qué combinación de esas tres sustancias hay que echar. Estamos hablando de observación terrestre para deforestación ilegal. Estamos hablando de, el día de mañana, minería en el espacio. Estamos hablando de fabricación de órganos para implantar en el cuerpo humano, con una muchísimo mayor precisión y perfección, porque estamos en microgravedad. Si tú fabricas un órgano ahora así, en titanio, tú y yo lo vemos impecablemente bien, pero la gravedad lo baja un poquito, mientras que en microgravedad es prácticamente perfecto. Estamos hablando de eliminar basura espacial. Estamos hablando de una revolución en la que se va a utilizar el espacio para mejorar la vida en la Tierra.

Y la tercera característica, es el ASG. Precisamente, por esto que hemos hablando, estamos hablando de una conquista del espacio totalmente distinta, teniendo muchísimo cuidado de no dañar el ecosistema. Nosotros tenemos una política especial ahí, porque somos una casa muy consciente de la sostenibilidad, pero esas serían las tres características que diferencian al espacio 2.0 del espacio 1.0.

Han lanzado recientemente el fondo Echiquier Space ¿en qué consiste?

El estilo de gestión es activo, característico de nuestra casa, cartera muy concentrada entre 25 y 35 títulos. Una de las grandes ventajas de eso es que así el gestor no tiene tentación de añadir más compañías por aquello de ir diversificando, sino que para meter una compañía nueva tienes que sacar una de las existentes y por lo tanto tienes que tener un caso de inversión poderoso, que demuestre que la entrante es mejor que la saliente. Realmente intentamos dar lo mejor, las mejores ideas dentro del espacio 2.0. Y compañías de mucho crecimiento, con un potencial de crecimiento muy muy alto y por lo tanto el beneficio por acción debería tener también un recorrido alcista clarísimo. 

El fondo se estructura con cuatro grandes canastas. La primera, la llamamos "desde el espacio", son compañías que ejercen su labor desde el espacio: observación terrestre, comunicación de satélites, etc. Una segunda cesta sería entre la Tierra y el espacio, las compañías que facilitan la actividad entre la Tierra y espacio: básicamente satélites, cohetes, etc. Ahora por ejemplo no estamos hablando de cohetes que se destruyen, sino que por ejemplo SpaceX reutiliza una buena parte del cohete y se está muy cerca de conseguir que el cohete aterrice intacto. Esto es muy interesante porque si lo ponemos en parámetros terrestres sería como si nosotros fuéramos a Nueva York en un Airbus 380 y al llegar se destruyera el avión. Nos parecería absolutamente disparatado. Pues ahora hablamos de compañías que consiguen algo completamente diferente. El coste de llevar un kilo al espacio se ha reducido por 10 en los últimos años. Ha pasado de 250.000 dólares a 25.000. Y se espera que vuelva a reducirse un 90% en los próximos 10 años. La carrera de costes es muy notable. Estas compañías se van a ver favorecidas por eso. 

El tercer grupo son las compañías que operan en la Tierra y se benefician de las observaciones satelitales, por ejemplo John Deere en agricultura: tractores autónomos, agricultura de precisión, etc. Y la última categoría serían las compañías que fabrican las tecnologías habilitantes para las otras tres. Un ejemplo clarísimo serían las impresoras 3D: hoy en día, el motor se puede imprimir en una impresora 3D y el cohete entero. Esto tiene un impacto en la innovación brutal, porque no tienes que cambiar la cadena de producción entera si quieres introducir un cambio en el cohete o en el satélite, sino que reprogramas la impresora y la siguiente unidad ya sale distinta, no tienes que paralizar la cadena y cambiarlo todo. Es un cambio muy grande de paradigma. De la misma manera, los satélites antes eran como un camión y se lanzaban a miles de kilómetros y ahora son infinitamente más pequeños y se van a 400 o 500 kilómetros, aproximadamente. Esa es un poco la construcción de la cartera y la estructura que va a tener.

¿Nos podría decir una compañía que forme parte de la cartera?

Un ejemplo de compañías de las de arriba, de las más espaciales, es "Planet", del emprendedor Will Marshall. Tiene unos doscientos nanosatélites, uno es del tamaño de una botella de vino. Y están dando vueltas en lo que se llama la órbita baja terrestre. Estos satélites sacan tres millones de fotos todos los días. La compañía tiene más de 700 clientes y son gente como John Deere, por temas de agricultura de precisión; ONGs y organismos gubernamentales, para vigilar la caza y pesca ilegal o la deforestación; compañías de gas o de petróleo, porque se consigue detectar las fugas en los oleoductos y gasoductos en aproximadamente 2 horas o 2 minutos, en lugar de en 3 o 5 días. Estamos hablando de una compañía cuyos clientes son muy diferentes y utilizan todas esas fotos para hacer un mejor trabajo. Y esa compañía ya va a facturar el año que viene (se espera) 130 millones de dólares, con un margen bruto del 40%. Esto no es una revolución que va a empezar; el mercado espacial ya tiene aproximadamente 400.000 millones de dólares y se espera que se multiplique por 7 o por 8 en los próximos años. Otra compañía puede ser SpaceX, que se dedica a cohetes, Astra, de satélites, etc. Una colección corta de compañías que están haciendo una revolución que está teniendo lugar ya. 

¿Cómo se combina la sostenibilidad con el Espacio 2.0? 

Nosotros somos una casa muy fuerte en temas de sostenibilidad, llevamos desde 2007 y más de la mitad de nuestros activos tienen sello de sostenibilidad por el Estado francés y en muchos casos por el alemán. Y aquí hemos desarrollado un código ASG específico para este fondo, que se revisa una vez al año al menos, y donde nosotros, por ejemplo, excluimos a las compañías que utilizan como combustible para subir al espacio cualquier derivado del queroseno. Nosotros buscamos compañías que utilicen el metano, que se extrae de la biomasa, o el hidrógeno. El hidrógeno tiene además una cosa muy interesante, y es que hay que acordarse de que el agua es H2O. En la Luna o en otros planetas y satélites donde se encuentra hielo, se puede extraer ese hidrógeno, que sirva de combustible para bajar, entonces ya tenemos un cambio de paradigma muy grande con respecto a la utilización actual. Y luego, como comentábamos antes, la reutilización del cohete, las políticas de destrucción de residuos para que no se queden flotando en la órbita, es decir, tenemos una política ASG cuyo principio principal es que no haga daño. Lo primero que buscamos es que ninguna de las actividades de la compañía dañen la vida en el planeta porque precisamente buscamos un fondo que favorezca la vida en la Tierra y la haga mucho mejor. 

¿Qué objetivos tiene el fondo a nivel rentabilidad y volatilidad?

Este es un fondo de compañías de crecimiento y es un fondo concentrado. Con lo cual cabe esperar un rendimiento alto en los próximos años; si estamos hablando de compañías que tienen un potencial de crecimiento del 30% o más, pues lo normal es que en un periodo de tiempo razonable, tres o cinco años, vamos a decir cinco, obtener un rendimiento de aproximadamente 20 o 30% o más anualizado. Ahora bien, va a ser volátil, aquí debemos esperar volatilidad. Igual que en cualquier fondo de renta variable, pero quizás más por el tipo de actividad a la que se dedica, este es un fondo para invertir a cinco años vista tolerar la volatilidad, y esperar rendimientos muy notables en el plazo de inversión, que debería ser cinco años. Por ejemplo, la semana pasada, que fue muy mala para las bolsas, nuestro fondo se ha comportado muy bien y ha caído menos del 2%. Pero ha habido semanas con subidas del 6% y semanas con caídas del 5%. La volatilidad va a estar ahí, pero lo que sí que hay es un crecimiento clarísimo, y es una revolución que no se va a detener. Sería un vehículo para participar en esa actividad, nosotros le decimos "la última frontera de la inversión", sabiendo que hay volatilidad, pero que también hay rendimiento.