Entrevista realizada por Silvia Morcillo y Manuel López Torrents

Hablar con Pedro Guerrero sobre su experiencia es hablar de gran parte de la historia económica y bursátil de nuestro país. Guerrero fue el primer presidente de la Sociedad Rectora de la Bolsa de Madrid. Hasta entonces, los miembros de la bolsa eran agentes de cambio y bolsa, personas físicas que estaban sindicadas y entre ellos se elegía a un Síndico Presidente. Cuando llega la Ley que reforma el mercado de valores, los intermediarios  bursátiles cambian y los agentes de cambio y bolsa dejan de ser protagonistas a favor de las sociedades de valores. “Entonces se creó una sociedad rectora de la Bolsa bajo el sistema de una Sociedad Anónima que tenía Consejo de Administración y Presidente”. Un cargo para el que fue elegido Pedro Guerrero en 1989. 

La reforma del mercado de valores provoca cambios en una bolsa que, hasta entonces, se seguía negociando de una forma similar al año de su constitución: se contrataba a vivavoz, se apuntaban las operaciones en papelitos, los volúmenes eran pequeños y, cuando se llegaban a negociar 1.000 millones de pesetas, se hacía una fiesta. Algo que ocurría 1 o 2 veces al año, recuerda Guerrero. Un mundo que poco tiene que ver con lo que es hoy en día. 

Y la economía también. El cambio que tuvo la situación económica vino del cambio del régimen político, en primer lugar, al pasar a una democracia y, en segundo lugar, de la entrada en España en la Comunidad Económica Europea en 1986. “En ese momento España despierta el interés de los inversores internacionales que piensan que es un país muy potente, con una clase media abultada con buenos técnicos, capital humano de primera calidad y además integrado en Europa. Eso se percibía en el mundo, España era el lugar a invertir. El foco de todos los inversores era España y así fue como entré yo en la Bolsa de Madrid y el motivo por el que cree AB Asesores”. 

Algo que sucede en 1984. Su amigo de la infancia, Salvador García Atance, también Agente de Cambio y Bolsa le pide que viaje a Londres para ver los cambios que se estaban gestando en el sistema financiero inglés con la entrada de Margaret Tatcher, que produjo una liberalización en el mercado denominado “Big Bang” del sistema financiero.  “El primer día tuve una reunión con el Banco de Inglaterra y por la tarde fui a un broker donde, en vez de preguntar, soy sometido a un “tercer grado” acerca de cómo era el mercado español, sus normas, protagonistas, empresas, capitalización, el sector público, economía….. Cuando terminamos, uno de los chicos del broker me acerca a la ventana y me dice ¿Pedro, qué ves? Veo la Citi a las 18.30 de la tarde, ya de noche, con muchas luces. Y dice, pues donde hay una luz hay una persona que está pensando en invertir en España”. Esa misma noche llama a Atance y, junto a Ignacio Garralda (actual presidente de Mutua Madrileña) montaron la Sociedad.   

AB Asesores, que llegó a convertirse en la mayor cartera de poder financiero de España y fue adquirida en 1999 por el banco de inversión Morgan Stanley. Entonces se veía que los mercados financieros, con el crecimiento de la tecnología, se iban a internacionalizar y la necesidad de ofrecer un servicio de atención internacional era más que evidente. “Nosotros buscábamos una asociación - ya lo habíamos hecho con AIG - y empezamos a hablar con Morgan Stanley.  Entre tanta conversación llegó un momento en que decidió comprarnos con el compromiso de quedarnos en el ejecutivo de Morgan Stanley durante un tiempo. Pero cuando diriges una compañía que es tuya, es complicado que te integres en una gran multinacional. Y por eso acabamos saliendo”.  

La mayoría de directivos dejó el grupo norteamericano al cabo de dos años pero  entre los antiguos socios de AB Asesores se encuentran: Luis de Guindos,vicepresidente del BCE , Ignacio Garralda, presidente ejecutivo de Mutua Madrileña, Santiago Eguidazu, fundador y presidente de Alantra, Jorge Sanz, fundador y consejero delegado de Atl Capital, Jorge Morán, socio y fundador de Dunas Capital y José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos… 

“Reguladores y supervisores no estuvieron muy atentos en 2007 porque el recalentamiento del crédito ya se veía” 

Y entonces llega Bankinter. A finales de los 1990 Guerrero formaba parte del Consejo de Administración, luego sustituyó a Emilio Botín como Vicepresidente de la entidad y “no pensé que aceptar una vicepresidencia me llevaría a ser Presidente, algo que llegó en 2007”. En estos años han cambiado muchas cosas. “Primero tuvimos la burbuja de las puntocom, crisis financiera de 2007 - 2008 que tiene que ver mucho en España con el sector inmobiliario y donde la regulación y supervisión no estuvieron muy atentos porque el recalentamiento del crédito se veía”. Como consecuencia de ello se desata la crisis de 2008 que se combate con un arma que nunca se había utilizado hasta entonces: la política monetaria expansiva que pone una cantidad de dinero en circulación nunca vista.  Estados Unidos reaccionó muy pronto pero en Europa, el BCE tarda más de 4 años (2012) en tomar medidas que permitan recuperar la confianza en el Euro. 

Esto deriva en un mundo financiero muy distinto.  “Desde 1982 hasta el 2000 viví la mayoría del tiempo con tipos de interés de doble dígito y como consecuencia de la crisis vivimos un mundo nuevo muy marcado por la política monetaria expansiva, una mayor competencia derivada de la tecnología, entran nuevos jugadores en terrenos que habían sido tradicionalmente bancarios -como son las Big Tech- y  luego nos llega la pandemia que nos hace dibujar un mundo completamente distinto al que estaba cuando vendimos AB Asesores”.  
Como punto positivo, Guerrero reconoce que estamos viviendo la mayor revolución tecnológica del siglo XXI porque afecta a lo que tiene más valor para el ser humano: el conocimiento, los datos, la inteligencia. Y además la información, que es esencial para el sistema económico. “Esta revolución es de tal calibre que esto se traducirá en una productividad mucho mayor y en un avance enorme, por lo tanto soy optimista como tendencia a largo plazo”. En el corto plazo,  se tienen que revertir algunos de los desequilibrios que se han producido como el excesivo endeudamiento, que se recupera con crecimiento. 

Este experto se muestra “neutral” sobre el proceso de concentración del sector bancario aludiendo a estudios del BCE que muestran que la relación entre el tamaño y la rentabilidad y el valor añadido que dan los bancos es inexistente. “Hay bancos grandes muy rentables que generan mucho valor pero también los hay medianos y pequeños que lo hacen. También al contrario. Esa relación no es directa, depende del tipo de negocio que haces”. Cuando haces el negocio bancario simple- tomar préstamos y dar hipotecas - en un entorno de estrechamiento de los márgenes se necesita escala y el tamaño empieza  a ser más relevante pero si haces un banca que da más valor, el tamaño no tiene que ver. De hecho, desde que comenzó la crisis “Bankinter ha crecido en personas y en oficinas”. De 2008 a 2020 el crédito a empresas se ha reducido a la mitad y, sin embargo, “en Bankinter hemos crecido a casi el doble. Nuestro tamaño nos ha permitido seguir creciendo, somos una banca distinta dirigida a un sector más alto, tenemos una propuesta de valor más sofisticada - por eso las comisiones son mayores  -- y nos sentimos cómodos con nuestro tamaño”. Pero tiene que haber muchas clases de bancos.

“En el mundo financiero la materia prima es la confianza, que se gana con integridad”
 

Guerrero cree que el sector bancario va a cambiar, en algunos negocios entrarán las grandes tecnológicas pero en otro no. “Creo que las grandes tecnológicas difícilmente se van a someter a una regulación tan rigurosa como es la bancaria, que tiene un  retorno en capital muy inferior al de las grandes tecnológicas”.  Pero sí hay áreas en las que entrarán y son las que tienen menos requerimientos de capital. “No entrarán en el mundo de captación de pasivos porque te somete completamente a la regulación pero sí lo harán en el mundo de los pagos y en crédito al consumo, dos de las áreas donde la tecnología es muy potente, pueden especializarse mucho y tener una oferta muy competitiva”. Ahí surgirá un competidor fuerte y los bancos tendrán que saber que hay áreas donde se gana mucho y otras en las que se gane muy poco. Pero “la economía no se entiende sin la  banca, que hace la labor de intermediación que es esencial para canalizar los recursos de los particulares hacia la inversión.  Eso no desaparecerá pero la realidad será distinta”. 

Vea la  valoración que hace Pedro Guerrero del sector financiero,  la digitalización o las criptomonedas como el Bitcoin en el vídeo completo.