En MainFirst hemos identificado tendencias futuras y compañías que probablemente se beneficiarán de ellas. En este contexto, destaca China, país que no sólo se ha fijado como uno de sus objetivos estratégicos implementar numerosos desarrollos futuros para el año 2025, sino que también los están impulsando. Con este fin, el estado invierte más de un 2% de su producto interno bruto cada año en proyectos innovadores, entre ellos energías alternativas, sobre todo viento y agua. Este impulso destaca por el aumento de las solicitudes de patentes de China, las cuales, se han multiplicado por diez en comparación a las de hace 10 años.

Impulsores del cambio

Una patente, por sí sola, no es garantía de éxito. Un requisito previo es la caída de los precios, lo que hace posible, en primer lugar, el uso comercial de las invenciones. Los avances en la capacidad de almacenamiento de los dispositivos, que ahora ascienden a muchos gigabytes, con ahorros simultáneos de costes, son una de las razones por las que hoy podemos almacenar más contenido que hace 15 años en nuestro teléfono inteligente o en un ordenador. Este cambio también se aplica a muchas otras innovaciones, como las baterías de iones de litio, cuyo desarrollo y uso aún están en una etapa temprana y que, entre otras cosas, también pueden hacer uso de las energías renovables de manera revolucionaria.

La energía como tendencia de crecimiento estructural

El uso de la tecnología de baterías de iones de litio para almacenar energía se inventó hace unos 80 años. Pero el impulso comercial generalizado se ha venido realizando desde 2005. Solo entre 2005 y 2017, el precio cayó en torno a 6 veces (de aproximadamente 1.300 a 209 dólares). Esto tiene un impacto significativo en los posibles usos. Tesla es una de las empresas más conocidas que aprovecha este desarrollo, hace sus propias investigaciones y usa la tecnología para mucho más que sus motores eléctricos. Tesla también usa las baterías para almacenar energía en el parque eólico de Hornsdale, en el sur de Australia, que tiene una capacidad de descarga de 100MW y de 129MWh de depósito de energía, lo que la convierte en la instalación de almacenamiento de baterías más grande del mundo. Las implicaciones de esta tendencia son enormes, porque la energía renovable tiene la increíble ventaja de que una vez que la infraestructura está en funcionamiento, los costos de producción de energía son casi nulos.

Beneficiarse de un mundo en evolución

Observamos oportunidades de inversión en empresas como Tesla, que impulsan desarrollos innovadores como la generación de energía. Dado su crecimiento continuo, China está estudiando las energías renovables, entre otras cosas, para satisfacer la demanda creciente de electricidad. Es probable que para 2030, nueve de las 15 ciudades más grandes del mundo estén en China. Esto no solo requerirá de grandes inversiones en la generación de energía, sino que también significará que el poder del consumidor aumentará a medida que la cantidad de fondos privados del país crezca hasta un 180% en los próximos 10 años, en torno a 70 mil millones de dólares estadounidenses. Esto convertirá a China en el segundo país con mayor riqueza privada, solo por detrás de EE.UU., que alcanzará los 75 mil millones de dólares. Este desarrollo impulsará el crecimiento, no solo en el sector energético, sino también en otras áreas, como las transacciones financieras o los bienes de lujo. Las empresas que probablemente se beneficiarán no serán solo los gigantes chinos como Alibaba y Tencent, sino también los productores internacionales de marcas de lujo, como LVMH, Kering o Canada Goose.