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David Page, economista senior de Axa Investment Management, considera que: "El nombramiento de Boris Johnson plantea unas elecciones anticipadas en Reino Unido"

Sin duda alguna, la gestión del Brexit es el principal reto al que se enfrenta Jonhson. Según ha declarado el primer ministro, el Reino Unido saldrá de la Unión Europea antes del 31 de octubre “pase lo que pase”. Desde el punto de vista de AXA IM, esta declaración de intenciones supone en realidad un punto de partida para continuar las negociaciones con el propio Parlamento Británico y la Unión Europea. De hecho, dudan que Johnson quiera ser el culpable de un Brexit sin acuerdo, dañino económicamente para Reino Unido. Si esto ocurriera, Johnson podría afrontar una moción de confianza, dada la fragilidad política de su Gobierno.

Esto no es para lo que ha trabajado todos estos años el primer ministro Johnson, así que desde la gestora esperan que ante esa situación actúe para evitar dicho resultado. En definitiva, a pesar del nombramiento de un nuevo premier no ven cambios visibles en relación con el estancamiento que afecta al proceso del Brexit. Es por eso que ven una creciente probabilidad de elecciones anticipadas en algún momento de los próximos 12 meses.

En todo caso, aunque es difícil estimar la repercusión de un Brexit sin acuerdo, el impacto sería, a buen seguro, severo. Al hilo de las sucesivas declaraciones de Johnson, los mercados se han ido sintiendo crecientemente inquietos ante la probabilidad de que se materialice el peor de los escenarios. En definitiva, es probable que la incertidumbre permanezca elevada e incluso crezca después del verano, lo que continuará pesando en la libra. Sin duda, el creciente temor a un Brexit sin acuerdo es lo que está detrás de la caída del 5% que la libra acumula desde marzo frente al euro y al dólar. Además, de ello, un proceso tan impredecible con resultados plausibles tan diferentes mantendrá la volatilidad en los activos británicos.

De cualquier manera, la convicción de AXA IM sigue siendo la de que el proceso del Brexit se prolongará más allá del 31 de octubre, a pesar de toda la reciente retórica. De lo que no hay duda es que la continuación durante los próximos meses de este escenario “al borde del precipicio” del Brexit continuará impactando negativamente en los mercados británicos.