Fue una victoria histórica. El 4 de noviembre, Barack Obama ganó al candidato republicano John McCain en unas elecciones marcadas desde el inicio por la crisis económica. Una crisis “sistémica” según explica Alexis Ortega, director general técnico de Finangentes Gestión que comenta, “hubo una propensión al endeudamiento con la idea de que era barato y de que podría estar basado en subyacentes que siempre crecían”. Se crearon, en palabras de este experto, “desequilibrios” y surgieron los problemas, “porque cuando el endeudamiento dejó de ser barato y los activos subyacentes empezaron a perder valor, se encontraron con un gap de pérdidas que han tenido que digerir”. Es más, asegura
Alastair Seymour, director de Henderson para España, “Obama se enfrenta a un panorama poco halagüeño y tendrá un comienzo de legislatura difícil”. Sin embargo, este experto considera que “la voluntad de diálogo del demócrata favorecerá el consenso entre todos los agentes sociales”.

Y consenso es lo que necesitará el presidente electo americano para sacar adelante un plan que prevé una inyección de hasta 825.000 millones de dólares para reactivar la economía de su país, actualmente en contracción. Una propuesta que contempla, además, 550.000 millones de dólares para inversiones y otros 275.000 millones en recortes fiscales. Para el codirector de EJD Valores, Eduardo Vicho “es algo que se debía haber hecho anteriormente” y es que, recuerda el analista, “hemos visto varios planes de rescate enfocados al sector financiero que en lo único que estaban ayudando es a que los bancos consiguiesen tapar sus propios agujeros e incluso que continuasen dando dividendos”. Para este experto, “son necesarias medidas puramente fiscales que impacten sobre el consumidor, sobre los autónomos y sobre las empresas, ya que es la forma –asegura Vicho- de recobrar la confianza y de reactivar la economía”.

Por el momento, el FMI ya ha dado su respaldo al plan de estímulo económico de Obama. Para Oliver Blanchard, economista jefe del organismo, “la magnitud corresponde aproximadamente a lo que pensamos que es necesario por lo menos a nivel global”. Además, Blanchard alaba la propuesta de reducción de impuestos ya que, asegura “el dinero debe ir a los consumidores que son los que verdaderamente tienen dificultades para acceder al crédito”. En la misma línea argumentativa se mueve la Responsable de Estrategia de Inversis Banco, Marian Fernández que señala, “el monto del plan es importante ya que estamos hablando de que 150.000 millones de dólares equivalen a 1% del PIB y aquí estaríamos hablando del 5% del PIB”, pero, asegura la experta financiera “Obama va a poner toda la carne en el asador para intentar que la recesión sea lo más corta y menos profunda posible y aunque surgen dudas en torno al nivel de endeudamiento, estamos en un momento que no se ha vivido anteriormente, por lo que las armas tienen que ser de esta magnitud”. Y es que, “la cantidad está por encima de las previsiones que se habían manejado a finales de año, pero es la adecuada para un momento excepcional”. En cuanto a los recortes de impuestos, la responsable de Estrategia de Inversis Banco considera que son “adecuados” e incluso cree que “los planes de estímulo pecan de despreocuparse de los incentivos que vienen por los recortes de impuestos”.

Espaldarazo al plan que también ha dado el presidente de la Fed, Ben Bernanke aunque con condiciones. Asegura el máximo mandatario de la Reserva Federal que el plan de estímulo fiscal de Obama “no permitirá un crecimiento duradero si no cuenta con medidas para estabilizar y fortalecer el sistema financiero”. Y es que, tal y como explica Diego Escribano, director de asesoramiento financiero de Fortis Banca Privada apoyar al sistema financiero “es fundamental. Si el sistema financiero, en la estructura capitalista en la que nos movemos, no vuelve a hacer sus funciones es imposible –asegura este experto- que la situación arranque. Primero, eso sí, tienen que arreglar sus balances y luego volver a sus funciones de prestar dinero”.


Legado económico de Bush

Obama “hereda” la peor situación económica desde la década de los años 30 y es a juicio de Bruce Kasman de JP Morgan “el peor acontecimiento que hemos tenido en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial”. Sin embargo, para Eduardo Vicho, “hasta la aparición de la crisis subprime la política económica de Bush fue buena”. Una opinión que no comparte Miguel Ángel Bernal, director de inversiones de Alfagesfín para quien “Bush deja un mercado de trabajo tocado y unas tasas de crecimiento en recesión, en estado comatoso”. Además, añade el experto, “Bush deja un enorme déficit público, con lo que deja un enorme agujero en la economía de Estados Unidos”. El propio Barack Obama ya ha indicado que espera heredar del ejecutivo de Bush un déficit presupuestario de aproximadamente un billón de dólares. Según explica el director de inversiones de Alfagesfín “no hay un solo desencadenante de este agujero, sino dos, la guerra de Irak y el devenir de la crisis financiera”.

La directora general de Dracon Partners, Sara Pérez Frutos va más allá al señalar que “cuando Clinton se fue, dejó superávit y las cuentas cuadradas, se exportaba más de lo que se importaba. Bush nada más llegar al poder –añade la directora de Dracon Partners- se metió en la guerra de Irak”. Una guerra, explica esta experta, que “sólo en los últimos cinco años ha supuesto un coste para las arcas del Estado de 500.000 millones de dólares, si a eso le unimos el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares, vemos el agujero económico que deja la administración Bush”. Y es que, tal y como argumenta esta experta “se ingresa menos por impuestos de lo que se gasta, con lo que Estados Unidos se encuentra tanto con déficit comercial como con déficit público”.

Una economía en franca ralentización y que deberá dinamizar el nuevo presidente americano con medidas, aseguran los expertos, que deberán pasar por cambios estructurales que no se digerirán en una sola legislatura. “No se puede seguir manteniendo el modelo económico en Estados Unidos” asegura Alexis Ortega de Finagentes Gestión. “Estados Unidos necesita estructuralmente una mayor tasa de ahorro lo que supondrá una menor tasa de consumo”, dice este experto que añade, “el problema no se puede digerir en una sola legislatura, sino en décadas”. De cambios estructurales en el modelo económico americano habla también el director de inversiones de Alfagesfín quien cree que estos cambios no llegarán siquiera en 10 años sino “en 15 e incluso en 20 años”. Pero a Estados Unidos le urgen soluciones, ya que, tal y como dice el que será nuevo vicepresidente americano, Joe Biden “la economía se encuentra en mucho peor estado de lo que nos imaginábamos inicialmente”.

Según las últimas estimaciones, las compañías estadounidenses eliminarán más de un millón de empleos durante 2009 para reducir el tamaño de sus nóminas en medio de la debilidad en el gasto de consumidores y empresas, además, el índice de paro puede llegar a rondar el 9%. Según la firma consultora Challenger, Gray&Christmas, “las iniciativas para crear empleos que planea introducir el presidente Obama, necesitarán algún tiempo para producir efectos sobre la economía”. Y es que, “el plan de Obama”, a parte de los recortes tributarios, prevé fomentar el empleo mediante la inversión en infraestructuras, nuevas tecnologías y energías alternativas y contará, además, con una serie de mecanismos para garantizar que sus fondos se usan de manera efectiva y transparente.

Por el momento, los datos de paro de diciembre arrojan la peor tasa de paro en Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. Y es que, sólo en diciembre, la economía estadounidense destruyó 524.000 empleos, hasta situar el número de parados en los 2,58 millones de personas. Un dato, asegura José Ramón Sánchez Galán, analista financiero “que merma las expectativas puestas en la economía americana” e incluso ya se está comentando, asegura este experto financiero, “una tasa de paro del 9% para todo el 2009”, aunque por el momento, comenta por su parte Marian Fernández de Inversis Banco “el mercado tiene en precio un objetivo de desempleo de entre el 7 y el 8%”. Según explica esta experta “todo lo que se mueva en esa banda no puede pillar por sorpresa a las bolsas”. Más allá, sin embargo, asegura la experta, “deberíamos plantearnos hacia dónde vamos”. Por el momento, asegura Marian Fernández, “los planes de estímulos fiscales pretenden evitar que nos vayamos a tasas de dos dígitos, pero la pinta del desempleo en el medio plazo no es positiva”.

Wall Street espera a Obama

La crisis financiera colocó la campaña electoral en un segundo plano e incluso dejó de ser un “input para el mercado”, explica Juan Carlos Castillo Montero, analista de Capital Bolsa, sin embargo, habrá que ver cómo recibe Wall Street al presidente demócrata ya que “el mercado –dicen los expertos- prefiere a un presidente republicano, aunque históricamente, el comportamiento de las bolsas en las legislaturas demócratas ha sido más positivo”.

En esta ocasión, argumentan los expertos, Wall Street recibirá con los brazos abiertos la llegada de Obama a Washington y en especial, aquellos sectores que se verán beneficiados con la política del mandatario demócrata. Sectores como el de las energías renovables –Obama quiere terminar con la dependencia de Estados Unidos al petróleo mediante las energías alternativas- y el de las tecnologías y acceso a Internet –el presidente pretende generalizar su acceso- se verán favorecidos. Otro de los sectores que puede “renacer” al calor de la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca será el sector automotriz. Y es que, tal y como comenta la experta de Dracon Partners, Sara Pérez Frutos, “si Obama decide finalmente dar ayudas a este sector, son valores que ahora están cotizando a niveles bajísimos” y que podrían tener mucho recorrido al alza.

Por el momento, y en las apenas dos semanas trascurridas este año, Wall Street se mueve ya con recortes. El Dow Jones de Industriales –que cerró el 2008 con una caída del 33,8%- acumula en estos 15 días de 2009 un retroceso del 6,60%. Por su parte, el S&P 500 se mueve también en números rojos y en apenas dos semanas ya suma un 6,64% de caída. El selectivo americano terminó 2008 con una minusvalía del 38,48%. Algo mejor se comporta el tecnológico Nasdaq que en este inicio de año camina con un recorte del 2,31%. Sin embargo, en todo el 2008, el indicador tecnológico fue el más penalizado al cerrar el ejercicio con una caída del 41,89%.