El Banco Central Europeo (BCE) culminó en marzo, tal y como estaba previsto, su programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), al amparo del cual ha realizado compras netas de activos por valor de 1,718 billones de euros, según los datos que ha publicado la autoridad monetaria con sede en Fráncfort.

El volumen de compras netas del programa registrado en el mes de marzo fue el más bajo registrado en los dos años que llevaba en marcha este programa excepcional de estímulos. La única excepción es marzo de 2020 porque en ese momento el PEPP únicamente estuvo activo unos días.

El fin del PEPP supone el inicio de la senda de normalización monetaria que tiene previsto realizar el BCE durante los próximos meses para tratar de atajar la inflación. La autoridad monetaria también tiene previsto reducir a cero las compras netas de su programa estándar de compras de activos (APP, por sus siglas en inglés), abriendo la puerta a una posible subida de tipos a finales de año.

Los 1,718 billones de compras netas de activos suponen que el BCE ha gastado el 92,9% del total de la 'potencia de fuego' del PEPP, bajo el cual se podrían haber comprado activos de forma flexible por un total de hasta 1,85 billones de euros.

Aunque marzo ha supuesto el fin de las compras netas del PEPP, el BCE seguirá reinvirtiendo los vencimientos de los instrumentos comprados que vayan venciendo hasta finales de 2024. Tras esa fecha, el organismo tiene previsto ir reduciendo estos activos en su balance, aunque esta reducción está sujeta a ser gestionada de forma que no interfiere con la política monetaria.

En su última reunión de política monetaria, el BCE informó de que podría reiniciar las compras al amparo del PEPP en caso de que lo considerara necesario para contrarrestar cualquier 'shock' negativo que emane de la pandemia.