La economía rusa se enfrenta a un periodo "difícil" de cambios estructurales en el que las sanciones impuestas, que inicialmente impactaron sobre el sector financiero, comenzarán a afectar cada vez más a la economía real, según ha advertido la gobernadora del Banco de Rusia, Elvira Nabiullina.

En su comparecencia ante la Duma, la banquera central rusa ha señalado que, ya durante el segundo trimestre, y sobre todo en el principio del tercero, Rusia entrará de forma activa en este periodo de transformación estructural y de búsqueda de nuevos modelos de negocios para muchas empresas.

"Los principales problemas estarán asociados no tanto a las sanciones a las entidades financieras, sino a las restricciones a la importación, a la logística del comercio exterior y, en el futuro, a posibles restricciones a la exportación de productos rusos", ha advertido.

En este sentido, Nabiullina ha subrayado que las restricciones a las importaciones y la logística requerirán que las empresas y los fabricantes rusos busquen nuevos socios, nuevas formas logísticas de entregar productos, así como optar por la producción doméstica de componentes, mientras que en el caso de la exportación la historia es similar, ya que también será necesario buscar nuevos socios y una nueva logística. "Y todos somos muy conscientes de que esto llevará algún tiempo", ha apuntado.

"En este momento, tal vez este problema aún no se siente con tanta fuerza, porque todavía hay reservas en la economía, pero vemos que las sanciones se endurecen casi todos los días", ha recordado, advirtiendo de que el período en que la economía rusa puede vivir de las reservas "es finito".

Nabiullina ha reconocido que el banco central es plenamente consciente de que este proceso puede estar acompañado de un aumento en los precios, que impulsará la inflación por encima de la meta, aunque ha explicado que tal exceso de inflación se debe en gran medida a las restricciones en el lado de la oferta de bienes, por lo que el Banco de Rusia no tratará de rebajar la inflación de cualquier manera.

"Al mismo tiempo, la inflación, entendemos, no debe volverse incontrolable, el tipo de inflación que devalúa los ahorros y los ingresos de las personas, por lo que seguiremos una política monetaria que devuelva la inflación a la meta en un plazo razonable y previsible, pero no demasiado abrupto", ha explicado la banquera central, señalando que espera que la inflación se moderará al objetivo del 4% para 2024.

Por otro lado, la gobernadora del Banco de Rusia ha destacado los esfuerzos acometidos por el país en los últimos años para avanzar en la desdolarización de los balances bancarios y reducir así la exposición del sector bancario ruso a los riesgos de sanciones.

En este sentido, ha defendido la solidez de la infraestructura de pago nacional, independiente y autosuficiente, que garantiza la continuidad de los pagos dentro del país, además de las iniciativas que se están desarrollando con otros países y socios para crear oportunidades para pagos transfronterizos.

De este modo, Nabiullina ha indicado que la salida de Rusia de compañías de tarjetas como Visa y Mastercard "fue prácticamente fluida en términos de pagos internos", mientras que la tarjeta Mir se usa activamente y se está trabajando con otros países, principalmente en las zonas receptoras del turismo ruso.

En cuanto a la desconexión del sistema de pagos Swift, la banquera central rusa ha recordado que el país desarrolló desde 2014 el Sistema de mensajería financiera del Banco de Rusia (SPFS), que funciona de acuerdo con los estándares de Swift, para que las empresas se sintieran cómodas sin tener que cambiar su proceder.

"La gran mayoría de nuestros bancos están vinculados a él, se están uniendo participantes extranjeros, aquellos que están interesados en trabajar con socios rusos", ha señalado Nabiullina, precisando que en la actualidad están afiliadas 52 organizaciones extranjeras de 12 países.

Asimismo, ha reconocido que la congelación de las reservas rusas ha obligado a desarrollar los pagos en monedas nacionales, para lo que Rusia está elaborando proyectos bilaterales con varios países.

En este contexto de sanciones, ha apuntado que el rublo digital jugará un papel especial, que apoyará la posibilidad de liquidaciones y pagos y, en el futuro, pagos transfronterizos.