MADRID, 25 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .- Tres son las “banderas rojas bajistas” que el reputado analista Chris Ciovacco vió “ondear” en 2000 y 2007: momentum menguante, escasa amplitud de mercado y unos mercados de crédito defensivos. Pero, antes de examinarlas y “establecer su relación en este 2013” (que ya toca prácticamente a su fin), este experto matiza: “Es importante reconocer y no olvidar el importante papel que han jugado los bancos centrales en el avance de la renta variable. Cuando decimos que las bolsas están manipuladas, no nos referimos a teorías de la conspiración como las que rodean por ejemplo al 'Área 51'. Cualquier intervención del Gobierno en el mercado distorsiona los precios de los activos, es una realidad sin más. Por ejemplo, los beneficios fiscales por la compra de una vivienda nueva impacta (distorsiona/ manipula) los precios inmobiliarios. Desde la perspectiva de la inversión, pues, debemos respetar qué son las QE, entender cómo funcionan e incorporar su impacto en nuestra evaluación de los mercados. Pero, no olviden: las autoridades monetarias los han manipulado desde antes de que naciéramos y lo seguirán haciendo después de que estemos muertos. No nos tiene que gustar el papel de la Reserva Federal (Fed), ni sus QE, ni cualquier forma de intervención... pero para tener éxito debemos respetar su innegable impacto sobre el precio de los activos”.

Sobre esta base, acerquémonos ahora a las “tres banderas rojas bajistas” identificadas por Ciovacco. En primer lugar, hablemos del momemtum, o lo que es lo mismo de la convicción, de la confianza. “Cuando el momemtum es fuerte, la creencia en noticias económicas positivas también lo es. Por el contrario, cuando se debilita también lo hace el optimismo en torno a las ganancias corporativas, los acontecimientos geopolíticos, la política monetaria, o el crecimiento”, explica este analista. Si comparamos la evolución de este indicador y el comportamiento del S&P 500 observaremos que el momentum se desvaneció tanto a mediados de 1999 como de 2000, anticipando los descensos que llegaron después. ¿Qué nos dice esa correlación ahora? Algo “mucho mejor. No sólo no tenemos una confirmación 'no bajista', sino que además vemos que el momemtum aumenta al mismo ritmo que los precios, y esto nos habla de confianza en la situación económica y empresarial futura, así como en la Fed”.

Ahora, acerquémonos a la segunda “señal de alarma”: una amplitud de mercado negativa. Este factor “nos habla de la cantidad de acciones que participan en el avance. Una fuerte amplitud de mercado significa un alto porcentaje de títulos marcando nuevos máximos (…) también se alinea con la confianza generalizada en la renta variable y la economía”. Tres meses antes de que las bolsas tocarán “techo” en octubre 2007, este indicador mostró una clara divergencia bajista con respecto al comportamiento del S&P 500... Y Ciovacco repite: ¿Qué nos dice esa correlación ahora? Algo “mucho mejor. No sólo no tenemos una confirmación 'no bajista', sino que además vemos que la amplitud del mercado aumenta al mismo ritmo que los precios, y esto nos habla de confianza en la situación económica y empresarial futura, así como en la Fed”.

Finalmente, tercera advertencia: “Los mercados de crédito, en ocasiones, ven venir primero los problemas”. En general, estos tienden a centrarse en dos cuestiones; por un lado, ¿cuánto paga este bono? Y, por otro, ¿cuáles son las probabilidades de default? “Si usted cree que la posibilidad de un incumplimiento en general son bajas, preferirá tener un bono que pague altas rentabilidades, y viceversa”. Así de simple: “A finales de 2007, la opinión global de los inversores en el mercado de bonos apuntaba a un desenlace negativo para la economía al caer con fuerza la demanda de los conocidos como 'bonos basura' en detrimento de los Treasuries más conservadores”. Y de nuevo nos preguntamos: ¿Qué nos dice esa correlación ahora? Algo “mucho mejor. No sólo no tenemos una confirmación 'no bajista', sino que además vemos que la demanda de los 'bonos basura' (más sensibles a la economía) es mayor que la de los 'defensivos' Treasuries, y esto nos habla de confianza en la situación económica y, más importante de su confianza razonable en que recibirán sus intereses y pagos del principal”.

Concluye Ciovacco: “A pesar de todas las voces que alertan sobre un 'techo de mercado' o usan sin fin la idea de una 'burbuja', los hechos no apoyan la teoría de la euforia desenfrenada (…) una buena pregunta para todos ellos es ¿por qué las tres alertas anteriores se alinean con un caso alcista? (…) El mensaje del mecanismo de fijación de precios del mercado es mucho más favorable para la renta variable hoy que en 2000 o 2007. Pero, dado que debemos pensar en las probabilidades y en la flexibilidad, si los datos económicos, la política de la Fed y/o unas ganancias corporativas débiles dan como resultado un cambio en la tolerancia global al riesgo, entonces ajustaremos nuestra exposición a la renta variable de forma apropiada”.

Mientras tanto, la renta variable sigue escalando posiciones: las bolsas europeas finalizan la jornada del lunes con ganancias del 0,60% de media, que en el caso del Ibex 35 son del 0,12%, hasta los 9.689,10 puntos. Los inversores han dado la bienvenida hoy al acuerdo nuclear alcanzado por la comunidad internacional con Irán, un hecho sin precedentes que ayuda a reducir el riesgo geopolítico y ha traído consigo una importante caída en el precio del crudo. Sin embargo, la clave de estos cinco días estará en la batería de datos macroeconómicos que se conocerán en Estados Unidos entre el lunes y el miércoles, ya que el jueves se celebrá la festividad del “Día de Acción de Gracias” y el viernes el mercado norteamericano abrirá sólo media sesión. Además, dicho día el “viernes negro”, comienza de forma oficial la temporada de compras navideñas al otro lado del Atlántico, y este año hay mucho en juego... como dicen los expertos de Link Securities: “El lunes (próximo) ya dispondremos de las primeras estadísticas de compras que pueden determinar si este año las bolsas disfrutan como es habitual del denominado 'rally de Navidad' o no”.

Sara Carbonell