Ayer, de hecho, vivíamos una caída de la divisa europea después de la publicación de las actas de la última reunión del BCE en la que sus miembros mostraban preocupación por la escalada de la divisa y expresaban su disposición a no endurecer su discurso. Eso no solo pasó factura a la moneda, sino que afectó de lleno a las bolsas, fundamentalmente al sector bancario español.

Sin embargo, el de ayer fue un movimiento muy puntual. Los expertos creen que hay que esperar al foro anual de Jackson Hole que se celebra cada año y que reúne a los gobernadores de los principales Bancos Centrales del mundo. En un momento en el que la política económica es la palanca de crecimiento, todo lo que sucede en esa ciudad americana es crucial para la economía, las bolsas y, desde luego, para las divisas.  Hace unos días, Reuters publicaba que el presidente del BCE, Mario Draghi, no tenía la intención de hablar sobre el inicio del tapering de la eurozona, lo que decepcionó a los que pensaban que así lo haría hasta que, claro, se publicaron las actas de la última reunión y quedó claro que los miembros de la institución monetaria comienzan a dar mucha importancia a la divisa.

Lo hacen en un momento en el que los expertos debatían sobre la posiblidad de que el euro alcanzara el nivel de 1,20 sobre el dólar y, cómo no, sobre el impacto que eso podría tener sobre la economía.

La pregunta ahora es, ¿sigue en pie esa tesis? Michael Hewson, analista de CMC Markets publicaba esta mañana su visión técnica sobre el par. Explicaba que  “el EURUSD cayó ayer momentáneamente por debajo de la zona de 1,1680 para rebotar luego. El riesgo sigue estando en un movimiento a la zona de 1,1620. En su opinión, “todavía es posible un movimiento hacia la zona de 1,20, siempre que el nivel de 1,1620 se mantenga en el corto plazo”.

Pero dejando a un lado los niveles técnicos, los expertos de Deutsche Bank acaban de publicar una nota en la que hablan del futuro del euro y ellos no tienen tan claro que la divisa europea vaya a seguir subiendo.

Explican que la duración y la velocidad de la subida del euro causó sorpresa a muchos analistas e inversores “incluyendonos a nosotros”, apunta. En su opinión, fue importante para este movimiento de este año que ha supuesto una subida de más del 10% frente al dólar, las elecciones francesas, así como la evidencia de que la economía europea sigue robusteciéndose más de lo previsto.

Por otro lado, señalan, los tipos de interés en Estados Unidos siguen en niveles más altos que en la Eurozona. En cualquier caso, indican que “creemos que la dinámica entre el dólar y otras monedas como el euro ha cambiado en meses pasados. Pero la velocidad del ajuste, en cualquier caso, parece haber sido amplificada por un posicionamiento no equilibrado de los mercados”, apuntan.

Describen que en los últimos años los inversores han preferido al dólar rente al euro. “Mirando a los datos de los mercados de futuros, los inversores estaban posicionados para un dólar más fuerte. Cuando los fundamentales europeos mejoraron de forma inesperada y las altas previsiones para la economía americana decepcionaron, los inversores han sido cogidos con el pie cambiado. Por eso lo que se ha producido es un profundo reposicionamiento, que ha llevado al dólar a su nivel más bajo frente al euro desde principios de 2015”.

Pero, afirman, “en cualquier caso, el mercado está posicionado para un dólar más bajo por primera vez desde 2014. Esa es una de las razones por las que no esperamos una continuación de la fuerte depreciación del dólar, sino que creemos que hay oportunidad de que vuelva atrás desde aquí”.  En estos momentos cotiza por encima de 1,171.

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