El euro, dólar canadiense y el australiano se han comportado al alza recientemente.

Sólo tres de los países del G10 han visto sus divisas comportarse mejor que el dólar desde el mes de julio. El cambio efectivo del dólar canadiense ha subido un 5,7% desde julio mantenido por la decisión del Banco de Canadá de subir los tipos la semana pasada. El diferencia de tipos entre el dólar australiano y el americano fue menos pronunciado (3,3% en el mismo período), beneficiado por la debilidad del dólar y la resistencia de las materias primas.

El euro, por su parte, se ha apreciado más del 3% desde comienzos del verano, y el incremento fue amplio en los dos pares de divisas. En particular, el euro subió un 2% frente al dólar en el último mes, pero se ha mantenido en un rango cerca del nivel de 1,20 (el nivel más alto desde 2015). El peor comportamiento del mes  fue el del dólar estadounidense, que cayó en torno a un 2,5% en el mes debido a las preocupaciones sobre la economía estadounidense, los próximos pasos de la FED, techo de deuda, el impacto del huracán y las tensiones geopolíticas. La libra esterlina también ha caído en torno a un 1,4% este mes, pero rebotó a finales de la semana pasada debido a las señales que dio el Banco de Inglaterra de que subirá los tipos en próximos meses.

El franco suizo, por su parte, cedió un 3,2% desde julio, un movimiento de bienvenida al Banco Central de Suiza que no ha dado ninguna señal de intervención en el mercado recientemente.

El informe de la gestora lanza una mira sobre el euro-dólar. La apreciación del euro se ha debido a una reducción del riesgo político en la región tras as elecciones francesas así como a una mejora de los fundamentales, sugerido por las recientes encuestas y datos de actividad.  Una fortaleza más acusada sería un problema para el BCE: en el último encuentro, el presidente Mario Daghi, mención que la revalorización del euro e s un motivo de preocupación que necesita monitorizarse más de cerca data las importantes implicaciones que tiene para las previsiones de inflación. La caída del dólar hay que buscarla en el sentimiento más negativo debido a las preocupaciones por el impacto de los huracanes Harvey e Irma, la escalada de las tensiones con Corea del Norte  la caída de las expectativas sobre estímulos fiscales por parte de Trump (los cuáles no se estima se produzcan este año).

Esto ha resultado en una caída de las expectativas del mercado en la política monetaria de la FED, con la inflación cayendo aún más. La probabilidad de una subida de tipos en diciembre ronda el 45%-30%. 

La apreciación de este par de divisas da soporte a una perspectiva de  valoración, en el que el par es ahora mucho más proclive a alcanzar la paridad de poder adquisitivo de 1,24 que hace muchos meses. Aunque, “nuestro modelo de comportamiento del euro-dólar no explica el reciente movimiento al alza del euro frente al dólar ya que va mucho más allá de los diferenciales de tipos a corto plazo.

Pensamos que la explicación hay que buscarla en una anticipación del tapering (reducción de estímulos monetarios) similar al que observamos durante las expectativas del QE – expansión monetaria – durante 2014-2015.

Los futuros de materias primas sugieren un fuerte posicionamiento sobre el Euro-dólar, con un riesgo de pull-back si los inversores especulativos toman beneficios.  Los datos de flujos de fondos de Bank of America Merril Lynch sugieren que la caída del dólar está más relacionada con los movimeintos no especulativos (de los sectores empresariales e inversiones de fondos  de inversión y  de pensiones)

Con todo ello, la gestora se muestra neutral sobre el euro-dólar y positiva con el euro-franco suizo y el dólar-dólar canadiense

Neutrales sobre el euro-dólar aunque han incrementado el potencial objetivo sobre el par desde 1,12 a 1,20. Vemos potencial limitado de apreciación “aunque esperamos que el BCE pueda capar cualquier presión adicional sobre el euro”.

Mantienen su recomendación de cortos sobre las posiciones de la libra-dólar, en línea con el potencial de 1,27 hasta final de año, beneficiándose de un carry positivo.  

Por último, recomiendan posicione largas sobre el euro- franco suizo, para beneficiarse del reciente momento positivo del euro y la debilidad del franco  suizo.