"La estabilización de los mercados financieros es un primer paso fundamental, pero incluso aunque se estabilicen tal y como esperamos, una amplia recuperación económica no llegará acto seguido", dijo Bernanke en Nueva York.En ese mismo sentido, el secretario del Tesoro de EE.UU., Henry Paulson, expresó su confianza en que la compra gubernamental de acciones bancarias estabilizará el sistema financiero, pero también advirtió de que continuarán las dificultades económicas.Ambos verbalizaron así los temores de muchos analistas e inversores, que ven cada vez más indicios de que la crisis financiera internacional ha salpicado a la economía real.Esa percepción también fue la que estropeó la jornada en Europa, donde se registraron caídas en Londres (7,16%), Fráncfort (6,49%), París (6,28%), Zúrich (5,58%), Milán (5,33%) y Madrid (5,06%), entre otros.Descenso del crudoTanto el petróleo de Texas, de referencia en EE.UU., como el Brent, en Europa, descendieron en torno al 5%, para cerrar en su precio más bajo en los últimos trece meses, después de que la OPEP revisara a la baja sus cálculos sobre crecimiento de la demanda mundial de crudo a corto plazo.El ánimo vendedor de los inversores se dejó llevar por la corriente pesimista que inunda los mercados financieros y que se vio alimentada por la publicación de datos que refuerzan la tesis de que la crisis financiera ha perjudicado a la economía real.El acelerón final de la caída de la bolsa neoyorquina coincidió con la difusión del
"libro beige", un compendio de informes sobre los doce distritos que forman el sistema de la Reserva Federal.En él se asegura que la actividad económica se debilitó en septiembre en todo Estados Unidos y que los empresarios se volvieron más pesimistas acerca del futuro.En la mayoría de los distritos disminuyó el gasto de los consumidores estadounidenses (que supone dos tercios del crecimiento de la riqueza nacional), se ralentizó la actividad fabril, se debilitó el mercado inmobiliario, empeoraron las condiciones del mercado laboral y los bancos endurecieron sus criterios para la concesión de créditos.Además, en EE.UU. se anunció que las ventas minoristas retrocedieron en un mes el 1,2%
, hasta su nivel más bajo en tres años, y muchas empresas estadounidenses difundieron sus resultados empresariales.Aunque en general esos resultados fueron mejores de lo esperado, reflejaban importantes pérdidas o caídas de beneficios en los nueve primeros meses del año o en el tercer trimestre, con importantes excepciones como la de Coca Cola.Así, el banco estadounidense JP Morgan Chase anunció que su beneficio de los nueve primeros meses del año fue un 60% inferior al de igual período de 2007 (hasta 4.903 millones de dólares) y Wells Fargo informó de un descenso del 20% (hasta 5.389 millones).Además, las aerolíneas estadounidenses American Airlines y Delta reconocieron pérdidas de 1.731 y 7.484 millones, respectivamente.

