De este modo, la cifra de negocio de Morgan Stanley alcanzó los 3.042 millones de dólares (2.348 millones de euros), un 61,5% menos que hace un año, afectada por la caída de los ingresos del 66% en la unidad de clientes institucionales, así como por el descenso del 44% en la facturación de la división de gestión de fortunas y del 87% en la unidad de gestión de activos.
El presidente y consejero delegado de la entidad, que recortó un 5% su plantilla en los tres primeros meses de 2009, John J. Mack, reconoció que las dificultades de los mercados continuaron afectando a las cuentas del banco, aunque destacó que se aprecian ciertas mejoras en la mayoría de los negocios de Morgan Stanley.
"De hecho, Morgan Stanley habría obtenido un resultado positivo de no ser por la drástica mejora de nuestros diferenciales de crédito, lo que, pese a suponer una evolución considerablemente positiva a corto plazo tuvo un impacto negativo sobre los ingresos", señaló Mack.

