Estos fondos pretenden obtener el respaldo del resto de accionistas para evitar que el banco de crédito hipotecario británico sea despojado de sus activos más valiosos y que se emitan nuevas acciones sin el consentimientos de los accionistas.
Posición del gobiernoEl ministro de Economía, Alistair Darling, afirmó la semana pasada en el Parlamento que está seguro de que quienes compraron acciones del Northern Rock después del pasado septiembre eran "completamente conscientes" de la situación del banco, en referencia a estos dos fondos.Durante las últimas semanas, se ha especulado con que el Gobierno decida nacionalizar el banco, operación que, según publicó ayer el Daily Telegraph, le costaría al erario público más de 50.000 millones de libras (66.500 millones de euros) adicionales.Posibilidad de nacionalización
Darling ha insinuado últimamente la posibilidad de nacionalizar el banco, a menos que prospere un intento de rescate de última hora.A este respecto, la BBC anunció el pasado 12 de enero que el Tesoro británico podría nombrar al ex directivo de la aseguradora Lloyd's of London Ron Sandler como director ejecutivo del Northern Rock si el banco es nacionalizado.La oposición conservadora se opondrá a una eventual votación parlamentaria propuesta por el Ejecutivo laborista de Gordon Brown para nacionalizar el banco, según publicó ayer el vespertino Evening Standard.Antes de su entrada a la reunión de hoy, el dirigente del grupo de pequeños accionistas del Northern Rock, Robin Ashby, indicó que su objetivo es mantener el banco como una compañía que cotiza en bolsa. "Si el banco es nacionalizado, acabaremos sin nada", aseguró. Ashby también señaló que el Northern tiene el potencial suficiente para superar la crisis y ser muy rentable en el futuro.Esta opinión fue compartida por el presidente del banco, Bryan Sanderson, que ante unos seiscientos inversores reafirmó que la crisis se puede superar, a pesar de la caída en la cotización de las acciones, de las dificultades para asegurar fondos y de la continua búsqueda de un comprador.Sanderson aseguró que el banco está "en el camino" hacia la recuperación.Asimismo, el presidente del Northern señaló que la reunión de hoy no era el lugar adecuado para discutir una posible venta al grupo Virgin, de Richard Branson, o al grupo de capitales riesgo Olivant.Los asistentes a la reunión fueron recibidos por miembros del sindicato Unite the Union, que afirmaban representar a 6.500 trabajadores del banco y que reclamaban que se les tenga en cuenta en la decisión final que se adopte.

