Supone un aumento en su beneficio neto del 5,6% en relación al año 2009 que las compañías atribuyen, fundamentalmente a la internacionalización, que compensa la caída de la construcción a nivel nacional. Así, la facturación de los seis grandes grupos del sector cayó un 3,1% durante 2010, hasta los 5.656 millones de euros.