Las energías renovables se están volviendo rápidamente rentables y competitivas con las fuentes de energía tradicionales más baratas. Pero todavía existen obstáculos potenciales que podrían amenazar este escenario positivo. Entre otros, de que exista un entorno regulador favorable para las energías renovables, así como de la existencia de factores externos como las guerras comerciales que afectan al precio del acero, entre otros.
Por eso desde Siemens-Gamesa aseguran que les parece positiva la decisión de aumentar la cuota de las energías renovables en la combinación energética hasta el 32 % para 2030, con margen para una revisión al alza en 2023. La directiva sobre energías renovables establecerá normas sobre el diseño de mecanismos de apoyo destinados a proporcionar seguridad a los inversores. Esta claridad ayudará a tomar nuevas decisiones de inversión y a reducir costes. Desde Siemens Gamesa creen "que es necesario que todos los actores de la sociedad nos involucremos en la lucha contra el cambio climático”.
Este año afirman “hemos presenciado fenómenos climáticos devastadores que no podemos ignorar. En la Cumbre del Clima de Madrid tenemos la oportunidad no solo de refrendar los objetivos, sino de desarrollar las medidas necesarias para reducir las emisiones al ritmo adecuado”.
La compañía “cuenta con una Política de Cambio Climático que se aplica en toda la empresa y que incluye, entre otros, el compromiso de apoyar los objetivos mundiales de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero establecidos en el Acuerdo de París sobre el Cambio climático y en los acuerdos internacionales que lo sustituyan”. Igualmente respalda y auspicia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) para tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos.
Esta política refuerza la intención de Siemens Gamesa de seguir desarrollando tecnologías de energías renovables y promoviendo su adopción para conseguir un modelo global de generación de energía con bajas emisiones de carbono que no sólo reduzca el impacto medioambiental, sino que garantice un futuro sostenible para las generaciones venideras. “Bajo este paraguas, un compromiso importante que Siemens Gamesa se ha fijado es alcanzar un balance neutro en emisiones de CO2 en todas las operaciones para el año 2025, incluyendo las emisiones generadas directa e indirectamente por la compañía”. Para ello, “continuará reduciendo y poniendo en marcha medidas de eficiencia energética relacionadas con sus operaciones en las instalaciones de producción y en los emplazamientos de los proyectos”.
Sólo en 2019 las medidas que implantamos han generado un ahorro energético de 17.942 gigajoules (GJ), explican en la tecnológica. Además, “fomentamos en nuestra actividad la transición del suministro eléctrico hacia fuentes renovables; en la actualidad, una parte muy significativa de las instalaciones del grupo en Dinamarca, Alemania y España ya están abastecidas al 100% con renovables”.
Siemens Gamesa también ha definido un Marco global de Política de Transporte y Movilidad que incluye un conjunto decreciente de límites de CO2 para la flota de gestión en los próximos tres años. Aunque “también aplicamos avances innovadores en el diseño de nuestros aerogeneradores que ayuden a proporcionar soluciones sostenibles a los desafíos climáticos actuales y a alcanzar los objetivos de reducción gradual de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Así, “diseñamos turbinas más grandes que permiten un mejor rendimiento energético, menor uso del suelo y menos infraestructuras”, explican fuentes de la empresa. Los desarrollos informáticos y la digitalización permiten un funcionamiento y mantenimiento más inteligentes, y nuestros rotores derivan en factores de capacidad más altos. Con todo ello, los aerogeneradores de Siemens Gamesa permiten a sus clientes mitigar su huella de carbono.
Sobre la nueva política geoestratégica europea para alcanzar la neutralidad energética, en Siemens-Gamesa valoran la “determinación” de la Comisión Europea por abordar los temas relacionados con la lucha contra el cambio climático y la energía en general, así como la decisión del BEI de eliminar gradualmente la financiación de los combustibles fósiles en los próximos dos años y su intención de convertirse en el primer “banco climático” del mundo. En la firma tecno-industrial ven “un papel aún más relevante de la energía eólica en las expectativas” del nuevo Ejecutivo comunitario.
Por ejemplo -dicen- “durante la última feria WindEurope offshore 2019, se han reafirmado los objetivos de que la eólica marina se convierta en una fuente de energía líder en Europa con entre 240 y 450 GW para 2050. “Estamos dispuestos a colaborar con la UE para dilucidar la forma en que la industria eólica, tanto terrestre como marítima, puede contribuir a alcanzar los objetivos para 2030 y también para 2050, y las condiciones necesarias para su desarrollo”.
Desde la empresa de energía solar Solarpack afirman que les “parece positivo que se definan políticas consensuadas a nivel europeo que aborden el problema derivado de las emisiones de gases de efecto invernadero”. Aunque -aducen- “en nuestra opinión, estas políticas deben tener objetivos claros y traducirse en acciones y directrices concretas que permitan cumplir con dichos objetivos de manera eficiente, favoreciendo el entorno de inversión a largo plazo que este reto requiere”.
Sin duda, las energías renovables deben jugar un rol protagonista de cara a cumplir con esos objetivos de descarbonización y neutralidad energética. “Actualmente tenemos energías limpias y sostenibles como la solar fotovoltaica y la eólica que son económicamente más eficientes que cualquier otra tecnología de nueva instalación en la mayoría de países de la UE”.
Sin embargo, para que la penetración de estas tecnologías se realice de forma planificada y eficiente, es necesario que se produzcan cambios regulatorios profundos en los mercados eléctricos que reconozcan la naturaleza intensiva en capital de las energías renovables y den la visibilidad a largo plazo que este tipo de activos necesitan para financiarse. Por ejemplo, -explican- “a través de subastas de contratos de electricidad a largo plazo o favoreciendo los mercados de futuros a plazos mayores a 10 años”. Igualmente, “las redes necesitan de inversiones que permitan acoger y gestionar una alta penetración de renovables”.
Para Solarpack, “si todo esto se da, se conseguirá, junto con la penetración progresiva del almacenamiento con baterías y del coche eléctrico, una gran descarbonización en la generación de energía y el tráfico rodado”. El sector de la aviación, por su lado, tiene otros retos tecnológicos por delante que deberá ir resolviendo para tener visibilidad sobre su futura descarbonización.
Presente en diez mercados
Solarpack es una compañía que desde sus orígenes en 2005 se ha centrado en desarrollar, financiar, construir y operar plantas solares fotovoltaicas a escala industrial. Desde su fundación, está presente en 10 mercados donde hemos desarrollado 876 MW y construido 509 MW.
Esta actividad tiene en sí misma un impacto directo en el desplazamiento de tecnologías contaminantes en el ámbito de la generación de energía. “Nuestra actividad se mantiene invariable después de casi 15 años, si bien en 2018 tomamos la decisión estratégica de quedarnos con la mayoría de activos solares fotovoltaicos que desarrolláramos y construyésemos para potenciar nuestra unidad de generación de energía”.
Actualmente, “contamos en nuestro balance con 233 MW solares fotovoltaicos en operación y estamos construyendo 413 MW que pronto comenzarán a generar energía 100% limpia y renovable. Nuestro objetivo en el medio plazo es llegar a tener una potencia instalada de 1,1 GW”.
Esta firma solar es pionera en muchos de los mercados en donde opera. La compañía cerró una de las primeras financiaciones de proyecto sin recurso al accionista en España y desarrolló y construyó las primeras plantas solares fotovoltaicas de Sudamérica. Un proyecto emblemático es por ejemplo el de Calama Solar 3, cuyo contrato de venta de electricidad (PPA por sus siglas en inglés) fue el primero firmado en el mundo sin subsidio alguno para una planta una planta solar fotovoltaica y rompió la barrera del “grid parity” para la tecnología.
A juicio de su dirección ejecutiva, y desde el punto de vista del sector eléctrico, no esperan "que se incremente el consumo energético en Europa de aquí a 2030, debido fundamentalmente a las medidas de eficiencia energética que ya se están tomando y al relativamente bajo crecimiento de la región”.
Es verdad -dicen- que el coche eléctrico compensará en parte esta tendencia, pero en general no esperamos que la demanda aumente. Lo que sí se va a dar es una sustitución progresiva de las viejas centrales de generación contaminantes, motivada en muchos casos por crecientes restricciones para operar, pero sobre todo por obsolescencia y racional económico.
Esto deberá ir acompañado de una creciente inversión en tecnologías renovables (fundamentalmente solar FV y eólica), de avances tecnológicos y reducción de costes adicionales en dichas tecnologías y de la mejora de los costes y eficiencias de los sistemas de baterías y de redes inteligentes que permitirán mitigar y gestionar el carácter intermitente de las tecnologías renovables.
“Para que esto sea posible, tendrán que darse también importantes cambios regulatorios que adapten los mercados eléctricos a la naturaleza de los activos de generación renovables como decía en la primera pregunta y que éstos se produzcan con la necesaria anticipación”, sentencia.