Por primera vez desde la introducción del euro, la rentabilidad del bono portugués a cinco años se ubicaba en el 10% después de que la agencia Moodys decidiera rebajar en un escalón la nota de solvencia de Portugal, hasta Baa1.

En concreto, el rendimiento de los bonos portugueses a cinco años alcanzaba el 10,007%, mientras que la deuda a tres años llegaba al 9,704%.

La prima de riesgo de los bonos a diez años se situaba en 547 puntos básicos con una rentabilidad del 8,827%.