De los componentes de la masa monetaria, la M1 marcó un incrementó del 13,6%, frente al 12,1% de julio, mientras que los préstamos al sector privado descendieron seis décimas, hasta el 0,1%.


La masa monetaria mide el dinero disponible en el sistema y es uno de los principales indicadores de inflación a corto plazo utilizados por el BCE al adoptar decisiones sobre política monetaria.


La institución suele prestar más atención a su progresión trimestral, que entre junio y agosto retrocedió cuatro décimas, hasta el 3%, en relación al dato registrado entre mayo-julio (3,4%).