La reunión, que se celebró por separado, una en León, la de Caja España, y la otra en Salamanca, la de Caja Duero, era extraordinaria y trataba de analizar las conversaciones entre las entidades, además de suscribir un pacto de confidencialidad y concretar la firma auditora que estudie las situaciones financieras de las dos cajas.

Según argumentaron ambas, el objetivo de esta decisión es la creación de una entidad financiera con vocación de liderazgo económico y social no sólo en Castilla y León, sino en España.

Si esta fusión entre las dos entidades castellano leonesas se lleva a cabo, sería la primera que se realiza después del estallido de la crisis financiera y económica.

Además, también sería la primera tras el intento fallido de unión entre Unicaja y Caja Castilla-La Mancha (CCM), que hubiera dado lugar a una entidad financiera que hubiera podido ser la décima de España por beneficio neto atribuido y la undécima por activos, además de ser la primera fusión del país entre cajas de ahorros de diferentes comunidades autónomas.

En plena crisis económica, se prevé que ésta no sea la única fusión entre cajas de la misma comunidad, ya que esta misma opción parece que se abordará entre diez cajas catalanas existentes.

Según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), la entidad resultante de la fusión de ambas cajas castellano leonesas se convertirá en la séptima entidad por activos al administrar 45.760 millones de euros, de los que 20.741 provienen de Caja Duero y 25.017 de Caja España.

De esta manera, superaría los 32.155 millones que tiene en activos Unicaja y los 29.666 de BBK, la séptima y octava cajas de ahorros actualmente.

Los depósitos de la nueva entidad la situarían en la quinta posición al sumar 32.182 millones de euros, de los que 15.040 pertenecen a Caja Duero y 18.142 a Caja España.

Así, se situarían por debajo de La Caixa, con 139.193 millones de euros; Caja Madrid, con 83.855; Caja Mediterráneo, con 41.910 millones y Bancaja, con 43.490 millones.

Respecto a los créditos de la clientela, la nueva entidad se convertiría en la séptima caja española, al sumar 29.785 millones de euros (13.655 de Caja Duero y 16.130 de Caja España).

De este modo, se colocaría delante de otras entidades como Unicaja, con 24.396 millones; BBK, con 20.978 y Caja Murcia, con 15.886 millones de euros correspondientes a los créditos de la clientela en 2008.

Por último, y con respecto a los beneficios neto atribuidos, la nueva entidad resultado de una previsible fusión se convertiría en la decimocuarta caja de ahorros española, al sumar 121,8 millones de euros (44,2 de Caja España y 77,6 de Caja Duero).