El producto interior bruto real del cuarto trimestre fue plano con respecto al trimestre anterior, frente a la previsión de los economistas que estimaban un crecimiento del 0,3%.

El PIB alemán cayó un 2,4% en el cuarto trimestre con respecto al mismo período del año anterior, ajustado al calendario laboral.

El comercio exterior impulsó la actividad económica en el cuarto trimestre, dado que las exportaciones subieron mientras que las importaciones bajaron. El consumo y la inversión, no obstante, lastraron la actividad.