Así, cerca de los 7.000 empleados de Alitalia no formarían parte de la empresa de la que se harían cargo los inversores. Por otra parte, el rotativo Corriere della Sera, que tampoco cita fuentes, publica que los potenciales inversores pedirán a los sindicatos la renegociación de los contratos laborales de los empleados de Alitalia que sigan en la compañía. El diario indica que el gobierno desea que la nueva Alitalia, que se fusionará con Air One y dominará las rutas internas, no esté obligada a cumplir las normas de la competencia "durante un tiempo limitado".