"El primer mensaje que mandaría a los consumidores es de tranquilidad, porque este proceso está ordenado, está planificado y se ha hecho con tiempo", afirmó Sanz Oliva en una entrevista con el programa de RNE "Días como hoy" recogida por Europa Press. A partir de hoy, los consumidores domésticos con menos de 10 kilovatios (kW) de potencia contratada podrán elegir entre la tarifa regulada, que se les suministrará a través de una comercializadora de último recurso, y un contrato en el mercado libre con una comercializadora convencional.

"La TUR se ha calculado de forma ajustada para proteger (al consumidor), y eso significa que tampoco puede haber grandes descuentos precisamente por eso, porque la hemos hecho de una forma ajustada", afirmó Sanz Oliva. "Si hubiera grandes descuentos, yo sería el primer sorprendido", añadió.

Este responsable de Industria recordó que con la electricidad se ha adoptado una "medida idéntica" a la de hace un año con la liberalización del sector del gas, con la peculiaridad de que en 2008 fueron seis millones de clientes de gas a los que se aplicó el nuevo modelo y ahora son 25 millones.

"Es obvio que hay un riesgo de que pueda haber errores porque el volumen (de clientes) es mayor", consideró Sanz Oliva, antes de explicar que, "precisamente por eso", Industria se "ha tomado más tiempo" para desarrollar el nuevo mercado eléctrico. "No ha habido precipitación, como a veces se ha podido leer en los medios de comunicación", añadió.

Junto a esto, explicó que los clientes domésticos con más de 10 kW, que son los que "se pueden pagar la electricidad", no se quedarán sin suministro, a pesar de que a partir de hoy ya no estarán protegidos por una tarifa y deberán buscar una oferta en el mercado libre.

Para este grupo, se ha diseñado un mecanismo en el que, transitoriamente y a modo de "incentivo" para salir al mercado, se les mantendrá la tarifa con recargos trimestrales con el objetivo de que "el 1 de julio no sea una fecha dramática", añadió.