La demanda local de coches de la marca se desplomó en enero un 56 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, lo que motivó el cierre temporal de la planta los últimos dos meses, durante los cuales los trabajadores percibieron el 75 por ciento de sus salarios.
El Instituto Tailandés de la Automoción asegura la producción del sector bajará un quince por ciento en 2009, aunque podría desplomarse hasta el 35 por ciento y ocasionar la pérdida de 45.000 puestos de trabajo si la crisis empeora.
La industria del motor en Tailandia, que emplea a 300.000 personas, sacó al mercado 1,4 millones de vehículos en 2008.
Desde el estallido de la crisis financiera, los malos augurios se han sucedido en el sector, que ha visto cómo los fabricantes emprendían medidas de urgencia como recortar la producción o cerrar temporalmente sus plantas.

