Tube Lines estaba formada por un consorcio en el que Ferrovial, a través de Amey, controlaba el 66,7%, mientras que Bechtel tenía el otro 33,3%.

El consorcio llevaba meses pidiendo más dinero público para cubrir los retrasos en la renovación de las líneas de Jubilee, Northern y Picadilly. Recientemente, habían solicitado 327 millones de libras adicionales, pero la autoridad del metro de Londres se negó.

Ferrovial dijo que se espera que la operación de compraventa se cierre a finales de junio, y añadió que Amey seguirá prestando servicios de mantenimiento en el metro de Londres