La incertidumbre en la política italiana ha lastrado al euro por debajo de 1.29, pero todavía seguimos descontando nuevas medidas de estimulo por parte de la fed que definitivamente impulsen a la moneda única por encima de la resistencia clave de 1.3150.

Durante el pasado mes de noviembre, hemos insistido bastante en analizar el timeframe semanal de cara a recalcar el importante soporte de los 1.2750 sustentado tanto en el bolliger como en el 38% del último rally alcista. Recordamos que este nivel Fibo o aproximadamente un tercio del retroceso total de un rally, son puntos de potenciales rebotes primero porque son niveles que el mercado sigue muy de cerca, y segundo porque los creadores de mercado suelen hacer break-event de su precio promedio una vez han surtido de liquidez o tomando posiciones en contra de sus clientes durante todo el rally.

Grafica 1



Mantenemos la perspectiva alcista en EURUSD y la basamos en tres parámetros clave:

- Rotura del canal bajista mensual que parte desde máximos de 1.50 con sucesivos máximos decrecientes.
- Fuerte doji dragon fly mensual – para los estudiosos en velas - con el que hemos cerrado Noviembre, con previo pullback desde dicho canal quebrado.
- El soporte de 1.29 se ha mantenido perfectamente a cierre de mes dejando fuerte mecha bajista por debajo del mismo.
- Conclusión, continuamos proyectando niveles de 1.35 basándonos en el impulso que debe coger el precio en base a las formaciones técnicas anteriores de largo plazo y los fuertes soportes creados por debajo.

Grafica 2



Tal y como comentamos antes del trading room de Bilbao y en esta misma columna, volvemos a destacar y estaremos también atentos a la potencial devaluación del yen con nuevos repuntes al alza en el cruce eurjpy. Sabemos que este par tiene fuerte volatilidad con lo cual hay que medir bastante bien los niveles de riesgo, pero tenemos que tener presente que el probable cambio de gobierno en Japón el próximo domingo, conllevara por parte del BOJ una política monetaria mucho mas agresiva con objetivos de inflación del 1% que persiguen mitigar la deflación latente de la economía nipona. Esto probablemente implicara tipos negativos y un fuerte resurgimiento del carry trade, escenario que ya descontaba el precio en base a las fuerte divergencias técnicas de largo plazo. Se proyecta un retroceso mucho más amplio hacia niveles de 110-115 yenes por euro en los próximos meses.