Sin embargo, es útil recordar la situación en Irlanda en 2008, cuando tomó la decisión de garantizar los depósitos y las deudas de sus instituciones financieras en respuesta a las incertidumbres del mercado. Estaban en juego unos 400 mil millones de dólares. El ratio de deuda / PIB en Irlanda pasó del 24,9% en 2007 al 41,8% en 2008 al alcanzar un 105% en 2011. Una degradación muy rápida.

El problema de España es un problema diferente de Portugal pero similar al de Irlanda y el resto del mundo occidental porque es un problema de su universo financiero. Hasta hace poco tiempo España ha sido capaz de manejar este problema, con las fusiones entre instituciones financieras procurando no asustar a los mercados. Su deuda pública está empezando a sufrir, con el interés de los bonos de dos años que ha subido en más de 100 pb en el último mes. Sin embargo, España tiene una deuda privada de 227% de su PIB, y parece tener un problema en el control de gasto de sus comunidades que el gobierno de Rajoy trata desesperadamente de solucionar.

Las duras medidas fiscales implementadas por el primer ministro Rajoy en el momento en que la economía está en crisis justifican el anuncio de que España no cumplirá con el Pacto Europeo firmado de decidir unilateralmente que el déficit para este año sería del 5,8% y no 4,4% que se acordó. Era la primera vez que un país desafiaba una resolución firmada y ratificada, pero por ahora parece haber funcionado. La Comisión se limitó a pedir que el déficit fuera del 5,3% en lugar del 5,8% que se pedía y eso es positivo.

A pesar de esta victoria, la realidad es que España está luchando para reducir su déficit, porque la economía sigue contrayéndose. Las declaraciones del primer ministro italiano Monti (un hombre del Sur), de que España, no había prestado suficiente atención a sus cuentas públicas no ayudó. Este fue el momento en que los tipos de interés han empezado a subir más.

Aquello a lo que seguramente se refiere Monti de España, que los bancos españoles han solicitado 152 mil millones de euros en febrero al BCE y en Enero 133 mil millones de euros ( o 285.000 millones de euros en dos meses), es curiosamente lo mismo en Italia.

Pero la razón radica en el hecho de que España tenía un gasto desde el comienzo del año que aumentó un 27% mientras que los ingresos desde el comienzo del año cayeron un 5,8%. ¿Cómo pueden los gastos del Estado estar aumentando a este ritmo?.

Como resultado de estas cifras el déficit español aumentó un 49,3% en los dos primeros meses del año, en comparación con el mismo período del año pasado. Los números son aún más alarmantes si se consideran en su totalidad y no mediante porcentajes: los gastos fueron 29.807 mil millones y los ingresos 9.139 mil millones de euros, un gasto que es casi tres veces los ingresos en el año 2012.

Con el pesimismo continuo en el sector inmobiliario y el difícil acceso al crédito, mientras que las quiebras son cada vez mayores, el futuro de la economía española no parece más brillante, debido a que su desempleo es ya el más alto en Europa. Banco Santander ha anunciado que cerrará sucursales, otros bancos harán lo mismo, lo que no ayuda a la situación del empleo. La salida de la nueva legislación bancaria para cubrir las pérdidas potenciales en bienes inmobiliarios proporciona un coste para los bancos de alrededor de 52 mil millones de euros.

El Ibex ha roto de forma preocupante el mínimo del 25 de Noviembre de 7601 puntos, para quedarse con un análisis técnico bastante negativo.
En la misma situación está el Banco Santander que ha roto los 5,13, el mínimo de Noviembre. El índice parece ser muy dependiente de lo que hace el sector financiero y esto depende de la economía y especialmente del BCE.
Por razones que sólo el mercado sabe, algunos países han ido más unidos a la atención del inversor. De hecho, España no es el único país en esta situación. Inglaterra y Francia son dos de estos casos y señalando con el dedo a los países del Sur no se va a solucionar esta crisis. ¿Cuándo se va a mirar también a estos países?