El cliente tiene el ordenador, nuestro ordenador, enchufado en vena. Y nosotros, que, por cierto, cada vez somos menos en nómina, a verlas venir y a sestear. Nos dedicamos, casi todo el tiempo, a efectuar operaciones por cuenta propia, por cuenta de la casa, quiero decir. Hay gente que invierte en Bolsa y hay gente que juega a la Bolsa, como en el Casino. Hay mucho ludópata. Nuestro sistema informático lo único que tiene que hacer es registrar las órdenes y eliminar el riesgo del cliente, es decir, no autoriza una orden que exceda la capacidad operativa (dinero), que le hemos concedido...”

“...En épocas alcistas la fiebre del oro, la fiebre del día a día es mayor. En épocas depresivas, el interés decae, aunque no tanto como parece, porque las operaciones de venta a crédito y las de préstamos de valores, además del juego con futuros permite especular en todas direcciones. Sí, el intradía sigue vivo ¿Resultados? Conozco a muchos que han perdido la camisa y más, principalmente cuando la volatilidad asoma ¿Cambios en el comportamiento de estos actores? Apenas, muy pocos cambios en los últimos años...”, me dice J.E. avezado especulador en Bolsa y amante del intradía, que trabaja en una sociedad de valores.

Miro mis notas al respecto y encuentro un artículo publicado hace más de seis años por Cárpatos, pero que tiene máxima actualidad:

“El estudio sobre el intradía lo realizaron dos profesores de la Universidad de Davis en California, el primero que voy a citar, y de la prestigiosa Berkeley, el segundo, que han publicado multitud de otros estudios sobre psicología bursátil, a cual mejor. Son dos clásicos de estas cosas, me refiero a Brad Barber y Terrance Odean. Alertados ante impresiones personales de que, como me pasó a mí, el pase de la operativa telefónica a la operativa online estaba activando sesgos peligrosos de los inversores, tomaron una muestra con todas las operaciones de 1.607 inversores particulares en el período desde 1991 a 1996. Tomaron otro lote de inversores particulares de muestra que seguían operando por teléfono para poder comparar...”

“...Lo primero que encontraron era que el inversor que se pasaba a la operativa online era más joven, mayoritariamente masculino, y sobre todo mucho más experto que el que seguía operando por teléfono. El 80%s de los primeros, los “online”, mostraba tener un alto nivel de experiencia frente al 64 %s de los “telefónicos”. Como era de esperar, dado su mayor nivel de experiencia, los resultados previos de los “online” antes de cambiar el teléfono por el ratón del ordenador eran realmente buenos y netamente mejores que el grupo comparativo. En concreto, su track record era en bruto ganar al mercado de media un 4,2%s anual y deducidos gastos el 2,4 %s. Si recuerdan estadísticas donde se ve que los particulares pierden en su inmensa mayoría, nos podemos dar cuenta de que el grupo seleccionado por Barber y Odean era un grupo muy selecto de operadores particulares de élite con resultados muy por encima de lo normal...”

“...Pero cuanto este selecto grupo que ganaba al mercado cuando operaban por teléfono se pasaron al ratón, empezaron a observarse cambios muy importantes en su operativa. Les pasó igual que a un servidor poco más o menos. Éstos son los cambios, a grandes rasgos, observados por Barber y Odean:
1- Empezaron a operar mucho más activa y frecuentemente, ante la facilidad y comodidad de que con un click de ratón se hacía la operación.
2- Empezaron a operar mucho más agresivamente.
3- Empezaron a operar mucho más a corto plazo, entrando muchos de ellos en la dinámica de la operativa intradía en la que antes no habían pensado, por incomodidad de tener que pasar tantas órdenes por un proceso tan lento como el teléfono…

“...Los investigadores afirman que todo ello se debía a un fuerte sesgo de confianza en sí mismos por encima de lo normal. Yo sé bien lo que es eso, uno se ve con la pantalla delante, esa facilidad y velocidad tan grande, y piensa que esto está “chupado”, hago un montón de operaciones al día, nada más que gane unos pocos euros, me saco no sé cuánto al día, no sé cuánto al mes, no sé cuánto al año, y nos creamos el cuento de la lechera. Pero la realidad no es así y el factor comisión en cada operación, por baja que ésta sea, es totalmente decisivo, no pueden imaginar hasta cuánto. Tres operaciones en que no saquemos nada, por ejemplo en el futuro del Eurostoxx, ya pueden ser 50 ó 60 euros a ganar, y sacarle al Eurostoxx 7 puntos en la siguiente puede ser más difícil de lo que parece. Esta cuenta de la lechera que todos nos hemos hecho no suele funcionar, es mucho mejor operar lo menos posible y lo más selecto posible. Y si no, vean el resultado del experimento que nos ocupa...”

“...Los que pasaron a operativa online movían la cartera de media casi el 100% más que antes, siendo especialmente exagerados en el primer mes de operativa.
Vean qué claro se ve todo lo que les decía en el resultado final:
1- Tras el pase a online los que ganaban de media más del 4,2%s anual que el mercado en bruto, pasaron a perder 1,2%s de media más que el mercado.
2- Además, si contamos gastos, habían operado tanto que sin darse cuenta la factura de comisiones era astronómica, por lo que incorporándolas a las cuentas, cuando antes de pasar a online ganaban el 2,4%s más que el mercado de media anual, ahora perdían el 3,5%s más que el mercado de media anual, lo que poco a poco les iba eliminando. ¡Y siempre tengamos en cuenta que eran un grupo de élite por sus resultados previo que imaginen, así que imaginen lo que puede pasar a nivel general!...”

Concluía Cárpatos:


“...Creo que es importante que conozcamos esta mala pasada que nuestra psicología nos puede gastar. El operar más de la cuenta no es bueno para nadie. Para el broker porque corre el peligro de que usted caiga eliminado y entonces se acabó lo que se daba, y para usted porque va a sufrir mucho estrés y, sobre todo, su operativa tendrá muchos problemas para evitar que su dinero se marche. No haga caso de las batallitas que todo el mundo cuenta en la barra de un bar, donde todo se ve muy fácil, ‘hago zas y yo todo los días me saco un montón de euros’. No es tan fácil, el mercado es muy difícil y hay que andarse con pies de plomo. Nadie tiene la piedra filosofal y la sopa de ajo hace tiempo que se inventó, así que prudencia y piense bien sus trades, jamás opere por operar, creo que este estudio no puede ser más clarificador....”

Fuente: www.lacartadelabolsa.com