Miguel Ángel Tudela  (Enagás): la sostenibilidad como driver estratégico en la última década

A su juicio, la sostenibilidad es uno de nuestros drivers estratégicos desde hace más de 10 años y, en lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, desde 2011 existe un grupo específico y transversal a toda la compañía de eficiencia energética que gestiona las distintas dimensiones de nuestro modelo de gestión de cambio climático y que realiza un seguimiento detallado de objetivos, compromisos y planes de actuación. Gracias a las medidas de actuación de este grupo, entre 2014 y 2018 Enagas redujo a la mitad su huella de carbono (desde 600.000 a 300.000 toneladas de CO2 aprox.) y, desde 2017, sus plantas de regasificación son neutras en carbono.

Adicionalmente, “en una esfera sectorial, trabajamos para que el rol del gas natural continúe evolucionando en el modelo energético”. En este caso, la mayor entrada del gas natural respecto al carbón en la generación eléctrica permitió reducir en un 25% (14 millones de toneladas) las emisiones de CO2 en España en 2019. Estos esfuerzos han sido reconocidos por los principales índices que evalúan el cambio climático a nivel internacional. En 2019, la compañía fue incluida en la ‘A list’ de CDP Cambio Climático, la máxima calificación de este ranking anual que la acredita como una de las empresas más avanzadas del mundo en materia de sostenibilidad y gestión ambiental, por lo que se reconoce su estrategia y compromiso para combatir el cambio climático y promover una economía baja en carbono.

Respecto a nuestro Plan Estratégico, en línea con los objetivos medioambientales marcados por la Unión Europea, en Enagás “nos hemos comprometido a alcanzar la neutralidad en carbono en el año 2050”. Con este fin, la compañía ha definido una hoja de ruta clara que le permitirá reducir de forma gradual las emisiones derivadas de su actividad en un 25% en 2030 y un 61% en 2040, utilizando para ello la metodología de Science Based Targets.

“Desde mi punto de vista -dice Tudela- cualquier impulso que se realice orientado a mejorar la sostenibilidad y la huella de carbono es siempre bien recibido. La UE ha realizado esfuerzos más que importantes los últimos años para incrementar el compromiso de los Estados miembros con la sostenibilidad y la descarbonización. Ha marcado un objetivo claro de neutralidad en carbono para 2050 y ha establecido estrategias y marcos de referencia como el European Green Deal, la nueva taxonomía asociada a la financiación sostenible, o la estrategia de reducción de emisiones de metano. Enagas está alineado al 100% con estos objetivos y trabaja activamente en grupos de trabajo de alcance europeo para avanzar en estas iniciativas.

Los esfuerzos e inversiones de Enagás para conseguir reducir su huella de carbono durante los próximos años irán en dos direcciones. Por un lado, la apuesta por los gases renovables como el hidrógeno verde, una fuente de energía renovable que no genera huella de carbono y, a futuro, permitirá cubrir las necesidades de sectores como la industria de alta temperatura, el almacenamiento de energía, el transporte pesado, barcos, aviones, etc., que las renovables eléctricas no pueden satisfacer. Por otro lado, la reducción de las emisiones derivadas de la operativa de la compañía. Esta es una cuestión que cobrará aún más importancia al ser el gas natural la energía mejor posicionada para abordar la transición hacia las renovables. Ambas líneas de trabajo están alineadas con los ejes definidos por la UE: potenciar nuevas energías libres de carbono y reducir las emisiones de las que actualmente conforman el mix energético.

El cambio climático es un problema global, y no solo de la UE. Por lo que, cuanto mayor sea el consenso y el alineamiento de todas las políticas y compromisos globales con la sostenibilidad, mayores serán los beneficios para el planeta, aclara el directivo de Enagás. Porque “no podemos pretender que todos los países lleven exactamente el mismo ritmo, pero la tendencia es global e imparable y, aunque algunos países puedan tardar más en acometer proyectos en esta línea, el objetivo final debe ser el mismo”. En este sentido -dice- abogar por la solidaridad y reivindicar el multilateralismo entre países podría ser más productivo que recurrir a la exigencia, si bien estamos en un entorno muy complejo. Es necesario construir marcos globales y transversales que transciendan a las fronteras nacionales o continentales y que sirvan de puntos de referencia y permitan avanzar de forma coordinada. Un buen ejemplo son los ODS impulsados por la ONU, a los que se están acogiendo cada vez más países, amplificando su fuerza y repercusión a todos los niveles (empresarial, político, social, etc). “La vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París y a los compromisos internacionales en este ámbito siempre será una buena noticia”.

Para Tudela, la estrategia de transición energética por la que apuesta el Gobierno de España está alineada con los grandes ejes estratégicos que marca Europa. Un ejemplo claro es la apuesta común por el hidrógeno, energía que en los próximos años generará un movimiento importante a nivel de inversión y de empleo. Tanto la Estrategia Europea del Hidrógeno (EU Hydrogen Strategy), como la Hoja de Ruta del Hidrógeno en España, elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, reconocen las oportunidades y el potencial del hidrógeno en el futuro escenario energético en el medio y largo plazo. Por ejemplo, en España, esta hoja de ruta del hidrógeno prevé que será preciso movilizar inversiones estimadas en 8.900 millones de euros durante el período 2020-2030 para conseguir una capacidad instalada de electrolizadores de 4GW. Esto está en línea con el papel relevante que se prevé tener dentro de la estrategia europea del hidrógeno, la cual establece objetivos de capacidad instalada de electrolizadores de 6GW para el 2020-2024 y 40GW para el 2025-2030.

Estos compromisos marcan oportunidades claras de inversión a nivel empresarial, pero sobre todo a nivel sectorial y nacional, siendo necesario establecer marcos de colaboración público-privada y entre empresas para impulsar el desarrollo de la tecnología asociada a esta fuente de energía renovable. Asimismo, es necesario afrontar este desafío desde una óptica nacional y europea, asegura el directivo de la firma gasística. 

En el caso de Enagás, la compañía está actualmente trabajando para desarrollar, junto con otros socios, y durante el período 2021-2023 un total de 12 proyectos de hidrógeno en España, que moverán una inversión en su conjunto de 1.500 millones de euros. “Alguno de estos proyectos ya se encuentra en proceso avanzado, como es el caso de Green Hysland, cuyo objetivo es convertir Mallorca en el primer hub de hidrógeno verde del sur de Europa produciendo un total de 300 toneladas de hidrógeno renovable al año”, aclara Tudela.