Según el Departamento que dirige Cristóbal Montoro, hay que tener en cuenta que en este periodo se producen adelantos de las transferencias a CCAA y más transferencias a la Seguridad Social (por importe de unos 6.000 millones), así como que las cifras no incluyen la mayor parte del incremento de las retenciones a cuenta en el IRPF, que se notarán más a partir de marzo.
El déficit registrado en los primeros meses del año es consecuencia de unos gastos que ascendieron a 29.807 millones de euros hasta febrero, mientras que los ingresos fueron de 9.139 millones.
En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan, y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional-, el Estado registró hasta febrero un déficit de 9.196 millones, frente al saldo negativo de 5.582 millones del mismo periodo del año anterior.
Hasta febrero, la recaudación neta ascendió a 34.769 millones de euros, un 1,3% menos. Los ingresos impositivos, que representan el 89% del total, descendieron un 8% por el aumento de las devoluciones. Ajustadas las devoluciones, la caída de la recaudación impositiva sería del 3%.