Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 120.756 millones de euros, un 22,5% más, mientras que los ingresos sumaron 60.416 millones de euros, un 28,1% menos. De esta forma, el déficit se ha multiplicado por más de cuatro en un año.


En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 62.452 millones de euros, frente al déficit de 15.037 millones registrado entre enero y agosto de 2008.


El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta la caída de la recaudación, el impacto de las medidas anunciadas por el Gobierno, que ascienden a más de 27.000 millones por reducciones de impuestos, anticipos de devoluciones y mayores aplazamientos, y otras iniciativas del Gobierno para fomentar el empleo y la inversión.

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