Un acto que desde mi punto de vista es poco probable que se materialice durante este año, y menos aún si tenemos en cuenta el efecto potencial de los ajustes fiscales y la ralentización que observamos en la economía china. En cualquier caso, la combinación del discurso de Bernanke, con unos datos que han puesto de manifiesto la debilidad del ciclo económico, son elementos muy perjudiciales para los activos de riesgo cuyo comportamiento reciente ha estado muy ligado a la elevada cantidad de liquidez.
Con un panorama lleno de incertidumbre como telón de fondo, debemos acostumbrarnos a un mercado caracterizado por la volatilidad al compás de las noticias que vayan surgiendo en torno al ciclo económico y la actividad de los bancos centrales. Una situación que se podría gestionar invirtiendo un porcentaje de las carteras en algunos fondos de inversión de gestión alternativa que se dedican a gestionar la volatilidad, o a través de los tradicionales long / short, tanto de renta variable como de renta fija, que no apuestan a dirección de mercado sino a distinto comportamiento entre valores.
Un buen fondo que gestiona la volatilidad es el Amundi Absolute Volatility World Equities. El objetivo del fondo es obtener una rentabilidad bruta del 7% anual, exponiéndose a la volatilidad de los mercados de renta variable de EEUU, Área euro y Asia (de forma positiva cuando es baja y negativa cuando es alta). En lo que respecta a los fondos long / short, el fondo de renta variable europea BlackRock European Absolute Return, y el fondo de renta fija global y flexible AISM Low Volatility, pueden ser muy buenas opciones.
Evolución del fondo AISM Global Opportunities Low Volatility Fund
Fuente: Mornigstar