El alboroto por un posible impeachment está en el aire en Washington después de que la prensa recogiera que Trump pidió al ex director del FBI James Comey detener una investigación del ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn. El paralelismo con el escándalo Watergate es inevitable y ha hecho proliferar las peticiones de una investigación especial. De hecho, el representante de Texas, Al Green, ha solicitado ante el Congreso que se inicie un proceso de impeachment contra Trump, pero la barrera para que este proceso prospere es muy alta, dado que los republicanos tienen control en la Cámara de Representantes.

Es importante señalar que la acusación por parte de la Cámara no equivale a la destitución del presidente, para ello se requeriría una mayoría de dos tercios en el Senado, algo que nunca ha ocurrido en la historia de Estados Unidos. Es demasiado pronto para hacer circular la palabra impeachment, pues recordemos que el presidente Bill Clinton fue acusado por la Cámara, pero no destituido. El proceso formal no comenzará a avanzar a menos que un número suficientemente grande de republicanos esté dispuesto a abandonar Trump.

Lo que Trump dio a los mercados, ahora se lo quita

En medio de esta incertidumbre, el S&P500 experimentó el miércoles su caída más pronunciada en ocho meses, ya que en Wall Street aumentó la preocupación por la reducción de las probabilidades de que la administración Trump implemente sus políticas, incluyendo la reforma tributaria.

La ola de ventas se extiende hoy a otras plazas. Este retroceso se ve reforzado por un notable aumento de la volatilidad (el VIX subió a 15,5% desde sólo 10,7%) y por la rotación hacia activos refugio. Así, el yen japonés, a menudo percibido como una moneda refugio, se ha disparado contra el dólar, y los mercados han comenzado a disminuir sus expectativas de un alza de tipos de interés en junio en los Estados Unidos.

No obstante, de la noche a la mañana se aprecia un ligero alivio de la tensión, tras conocerse que el Departamento de Justicia nombró al ex director del FBI Robert Mueller como asesor especial para dirigir la investigación sobre los intentos de Rusia de influir en las elecciones presidenciales de 2016. Este alivio se transmitió a los precios de los activos refugio, como el oro, que redujo sus subidas y potencialmente también podría aliviar la sensación de parálisis en Washington. Hemos visto subidas del 2% en el oro y aún mayores en la plata, que rompió niveles clave de resistencia, pero durante la noche ha ido retrocediendo.

El petróleo parece vulnerable y está luchando con la barrera de los 50 dólares por barril antes de la reunión de la OPEP del 25 de mayo, donde los mercados esperan que el cártel acuerde una extensión de nueve meses a los recortes de producción, aunque hay dudas de que pueda materializarse este pacto.