Con la sesión de hoy son ya siete las jornadas consecutivas en las que estamos viendo al Euro/Dólar construir mínimos crecientes, de lo que se deduce que señal de debilidad no tenemos por ningún lado. De hecho, o mucho cambian las cosas o todo apunta a que veremos al cruce poner a prueba la zona de resistencia que presenta en los máximos anuales, los 1,3832. Es evidente que en cualquier momento podemos asistir a una puntual recogida de beneficios en el euro pero por el momento no parece estar por la labor. De hecho, en la medida en que no tengamos un cierre por debajo del mínimo creciente previo seguiremos sin tener la menor señal de debilidad.

JM.R.