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    Valor Catastral

    Actualizado a:
    Juan Ángel Hernández.   Editor de  de Estrategias de Inversión    

    ¿Qué es el valor catastral?

    El valor catastral es una cantidad que recibe cada propiedad registrada en el Catastro, que a su vez es una base de datos oficial y pública donde se encuentran registrados todos los inmuebles regularizados de España. Este valor tiene un propósito clave en la administración fiscal, ya que se utiliza principalmente para calcular impuestos, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

    Si bien, la principal función de este valor catastral es la de servir como base imponible para cobrar tributos, el valor catastral también puede emplearse en otros contextos, como en procesos de expropiación, herencias o en operaciones patrimoniales. Aunque, no debe confundirse este valor con el precio de la propiedad, ya que eso oscila en función de la situación de mercado en ese momento.

    ¿Cómo se calcula el valor catastral?

    El cálculo tiene en cuenta diferentes aspectos tanto técnicos como económicos, ya que no vale lo mismo un metro cuadrado en Madrid que en un municipio de una provincia como puede ser Soria o Ávila. Así, los inmuebles situados en áreas urbanas, con infraestructuras y servicios desarrollados, tienden a tener un valor catastral más elevado. Por esta razón, todas estas zonas geográficas y propiedades, debido a su demanda y nivel de urbanización, suelen incrementar el valor catastral con más frecuencia.

    Por otro lado, no solo importa la localización, sino también las propias características físicas del inmueble también. En este punto debemos observar y tener en cuenta aspectos como la superficie total de la propiedad, la antigüedad del edificio, el tipo de construcción y su estado de conservación. Así, una vivienda que cuente con más de 80 años de antigüedad y que no ha sido renovada probablemente esté peor valorada que una vivienda nueva en el mismo lugar.

    Otro factor importante es el uso del inmueble. Con uso se hace referencia a la utilidad que la propiedad puede tener y que puede ser residencial, comercial, industrial o agrícola. Dependiendo de su uso, el valor catastral puede variar considerablemente. Por ejemplo, los inmuebles con fines comerciales o industriales suelen tener un tratamiento distinto al de los residenciales. Todo ello influye a la hora de calcular este valor catastral final del que estamos hablando.

    De igual forma, el valor catastral está influenciado por los valores de referencia del mercado inmobiliario local. Si bien debemos saber que no hay una relación directa con el valor de mercado y no fluctúa tanto como este, puede afectar a la valoración catastral final. Es decir, que es algo que no permanece estático con el paso de los años. Es más, las administraciones públicas suelen realizar revisiones periódicas de estos valores para mantenerlos actualizados según los cambios económicos y urbanísticos de la zona.

    Por último, hay que mencionar que este valor catastral puede verse alterado en función de las normativas locales aprobadas con los años, modificaciones en infraestructuras o cambios en las características urbanísticas de la zona donde se sitúa el inmueble. Por todo ello, debemos ver y apreciar el valor catastral como un indicador que combina elementos técnicos y económicos para la valoración fiscal de las propiedades.

    ¿Qué es el IBI o Contribución Urbana?

    El IBI o contribución urbana es un impuesto municipal español que se paga anualmente de forma obligatoria por todos los propietarios que posean viviendas, garajes, locales o cualquier tipo de propiedad urbana. El encargado de recaudar el tributo, y de fijar el porcentaje dentro de los límites fijados por el Estado, es el Ayuntamiento sobre el cual esté la propiedad. Se suele llamar IBI o Contribución.

    El IBI se calcula en función del valor que tenga la propiedad, que suele calcularse por la Administración. Aunque, últimamente han sufrido modificaciones en la manera de calcularse dando una mayor libertad al contribuyente para elegir el valor de la vivienda. Pero, en definitiva, se resume en un impuesto que se basa en el valor que estime la Administración que tiene la vivienda. En general, el tipo en España está entre el 0,4% y el 1,3% y varía en función de cada Ayuntamiento, que es el que tiene el poder de fijar este tipo.

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