Cuando detectamos una tendencia en el precio debemos prestar atención a su grado de inclinación, puesto que dependiendo de su pendiente podemos catalogar la estructura, o tendencia, con mayor o menor probabilidad de éxito a lo largo del tiempo.
 
Las tendencias más importantes tienden a una inclinación de 45º

Una inclinación superior a 45º puede arrojar lecturas de una estructura demasiado optimista, siendo su probabilidad de éxito en el tiempo menor
, puesto que no es posible mantener un ritmo de compras abundante durante largos periodos de tiempo. Por el contrario, una inclinación de una pendiente inferior a 45º, pese a que gana en fiabilidad ya que las valoraciones son más prudentes, la lentitud con la que se consiguen plusvalías hace recomendable buscar tendencias igualmente definidas pero con mayor aceleración. Por ello, las tendencias con una inclinación media de 45º reúnen ambos requisitos, fiabilidad y celeridad.

En relación a las perforaciones de las líneas de tendencia, cuanto menor sea el grado de inclinación de la tendencia, mayor repercusión tendrá en la cotización. Una perforación de una tendencia sobrecomprada atiende a una corrección de mercado, mientras que una perforación en una tendencia con valoraciones ajustadas puede representar un cambio de sesgo de duración en el tiempo.
 
Iberdrola en gráfico diario con una tendencia de 45º a largo plazo (verde) compuesta por tendencias de orden inferior con mayor grado de inclinación (rojas)

Fuente: Visual Chart y elaboración propia.

En base a lo estudiado, se propone como ejemplo la cotización de los últimos años de Iberdrola: ¿Es el grado de inclinación de una tendencia una variable significativa del análisis de precios? ¿Son los 45ª la inclinación óptima para una tendencia? ¿Puede ser una tendencia, con una inclinación superior al 45º, duradera en el tiempo? ¿Qué otros indicadores apoyan la fiabilidad de una perforación de una tendencia de inclinación inferior a los 45º?