Desde que tocó mínimos en febrero, el S&P 500 se ha revalorizado más de un 19% y desde el resultado del brexit  se ha apuntado más de un 9%. Todo en un año que comenzó con los peores números de la historia. 

En estos niveles , los estrategas de Morgan Stanley han optado por elevar el precio objetivo desde 2.200 hasta 2.300 puntos por acción.  Esto implicaría una subida adicional de más de un 5% con respecto a los niveles de apertura. 

Objetivo del SP


Para esta firma, hay cuatro razones que justifican las posibles subidas:

- La renta variable sigue barata si se compara con los bonos.
- Apuntan que en un momento en el que los inversores siguen preocupados por la liquidez, un 70% de las acciones en todo el mundo con una capitalización de 100 millones o más están en Estados Unidos.
- Los beneficios por acción  podrían seguir creciendo en próximos trimestres, al contrario de lo que ocurre en otras zonas.
- Los inversores no están esperando grandes rentabilidades.

En opinión de estos expertos, “la mayor parte de las métricas que se refieren al consumo son positivas y los excesos de las empresas parecen estar controlados. Con pocas alternativas de inversión interesantes parece que EEUU seguirá experimentando subidas”.
 
Para este experto tanto las compañías emisoras de tarjetas de crédito, así como las biotecnológicas son particularmente atractivas. Con todo, a estos expertos les preocupa una divergencia  que se está produciendo en estos momentos con respecto a lo que suele ser habitual históricamente. Históricamente las valoraciones por PER normalmente son más bajas cuando la rentabilidad de los bonos soberanos es también baja. 

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