La firma suiza considera que los efectos de las nuevas medidas del Banco Central Europeo pueden tener efectos beneficiosos a corto plazo en el sector financiero español.

Mirabaud valora positivamente que Mario Draghi hiciese mención a que es consciente de los efectos que estas nuevas medidas provocan en las entidades financieras, además de declarar su compromiso de sustituir las políticas de estímulo consistentes en la bajada de tipos de interés hacia otros instrumentos.

Además, la entidad destaca el hecho de que las presiones sobre la posible aplicación de tipos de interés negativos  no se hayan materializado finalmente, así como que el tipo de facilidad de depósitos solo se haya rebajado en 10 puntos básicos, en lugar de los 20 previstos. Una rebaja de tal magnitud podría haber provocado serios desajustes en los balances de las entidades financieras, pues haría que el EONIA corrigiese a la baja y que, de este modo, desplazase la curva del Euribor hacia abajo, ubicándolo, de este modo, en terrenos todavía más negativos. Teniendo en cuenta que buena parte de los créditos de los bancos están referenciados al Euribor, los efectos que puede tener una rebaja del tipo de interés interbancario podría provocar un serio desajuste en el balance. Esta rebaja inferior a lo esperado, unida a la declaración de Mario Draghi, que aseguró que no se producirán nuevas rebajas en el tipo de facilidad de depósito, permiten que el Euribor se asiente en un soporte y que las entidades financieras puedan revisar los tipos de interés aplicados a los depósitos bancarios.

Por su parte, la firma suíza considera que el TLTRO , tendrá efectos positivos en lo relativo a las operaciones de carry trade, que, pese a estar limitadas, permitirán que los bancos se financien al 0% y acometan operaciones de compra de bonos que generen rentabilidades. Menos alentadores son sus pronósticos sobre las repercusiones que tendrán las cuatro subastas de las que se compone el TLTRO en lo relativo a la concesión de crédito en España serán muy reducidos, dado que el problema de la falta de concesión de nuevo crédito en España no se debe a la falta de oferta, sino a la ausencia de demanda de crédito solvente, ya que el sector privado se encuentra inmerso en un proceso de desapalancamiento.

Además, advierte sobre los efectos perversos que podrían acarrear a medio y largo plazo, al introducir un incentivo a los bancos para prestar en grandes cantidades a proyectos, debido al relajamiento de los requerimientos de concesión de crédito, excesos que, a su juicio, serán pagados en las próximas recesiones. En esa línea también se sitúa la crítica que lanza al advertir de excesiva dependencia que tendrán los bancos de las políticas de la entidad presidida por Mario Draghi, por lo que advierte de los riesgos a los que podrían enfrentarse las entidades financieras en el caso de que la política monetaria se estabilice.

Dentro de la banca española, Mirabaud considera que aquellas entidades orientadas a la concesión de crédito al consumo y a empresas serán las más beneficiadas por las medidas. Así, recomienda comprar acciones de Banco Sabadell y Bankinter, para las que establece un precio objetivo de 1,92 euros y 7,11 euros por acción, respectivamente.