El euro continúa su racha alcista frente al dólar, alcanzando 1,0825 dólares luego de ocho sesiones consecutivas en ascenso. Aunque hubo un acercamiento a los 1,09 dólares, la divisa europea logra recuperar los niveles con los que inició el mes. Esta tendencia se produce luego de la publicación de las actas de las últimas reuniones de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y del Banco Central Europeo (BCE).

Las actas del BCE revelan un consenso en torno a no discutir recortes de tipos, destacando la premura como factor de riesgo. A su vez, la Fed muestra preocupación por relajar la política monetaria muy rápidamente. Los analistas del mercado modifican sus predicciones, pasando de esperar varios recortes a contemplar únicamente entre dos y cuatro, iniciando alrededor de la mitad del año. Esta incertidumbre genera especulaciones sobre el momento oportuno para implementar las reducciones de tasas.

Robert Holzmann, del BCE, descarta la posibilidad de una disminución temprana de tipos en la zona euro respecto a Estados Unidos. Su postura se enfoca en la interrelación entre ambas regiones, señalando que históricamente la Fed actúa primero. Esta perspectiva puede influir en las decisiones futuras de política monetaria en Europa, manteniendo la incertidumbre sobre posibles recortes en el corto plazo.