Para conocer más a fondo a la compañía... ¿Cuál es el core de negocio de Vidrala?

Vidrala es una empresa de packaging de consumo. Nosotros fabricamos envases para productos de alimentación y bebida y, en algunos casos, también ofrecemos servicios complementarios, como pueden ser servicios logísticos o, en casos específicos como en nuestra división de Reino Unido, también servicios de envasado y de llenado de producto. 

Desde nuestros orígenes en Llodio, allá por 1965, Vidrala, nace en el norte de España, una región muy estratégica para proveer, sobre todo, envases de vino a regiones cercanas como eran La Rioja y Burdeos.

A partir de ahí, salimos a Bolsa, se construye una segunda planta en el sur de España, en Albacete y Vidrala comienza un proceso de internacionalización, a través del cual hoy tenemos ocho plantas ubicadas entre España, Portugal, Italia, Reino Unido e Irlanda. 

Y a través de este footprint, en 2022, hicimos unas ventas superiores a 1.300 millones de euros y un EBITDA en el entorno de 270 millones de euros.

Fabricamos en total unos 8.000 millones de envases al año, que se comercializan entre más de 1.600 clientes y que son clientes fundamentalmente de los segmentos del vino y la cerveza.  Esos son nuestros dos segmentos más relevantes en cuanto a ventas. Y, además, tenemos también productos alimentarios, aceites, refrescos, licores… hacemos un poco de todo. 

¿Y cuál es su estrategia a medio y largo plazo?

Vidrala siempre ha estado muy focalizado en tres grandes prioridades estratégicas: La primera es el cliente; la segunda, la competitividad; y la tercera el capital.

Respecto a la primera, nosotros siempre hemos invertido y seguirá siendo así, con la mente puesta en el cliente, con el objetivo de hacer crecer y diversificar el negocio, con el objetivo de ofrecer también servicios diferenciales en algunos casos, como en los casos de llenado en Reino Unido y, sobre todo, con la mente siempre puesta en reforzar ese servicio al cliente, que para nosotros es un elemento clave de la estrategia.

Además, Vidrala tratará de seguir reorganizando su capacidad productiva de forma que seamos cada vez más competitivos a la hora de suministrar nuestros servicios y de fabricar nuestros productos de la forma más competitiva y más sostenible posible.

Por último, el capital, la disciplina financiera. Todo esto no se puede hacer sin una estricta disciplina financiera, es algo que va en nuestro ADN, probablemente no veamos grandes movimientos, grandes sorpresas en Vidrala que nos lleven a grandes endeudamientos, eso es algo que no está en nuestro ADN, siempre una gran disciplina financiera y también una atractiva remuneración al accionista. 

En el primer trimestre Vidrala disparó su beneficio y elevó sus ingresos. ¿Cuáles son las cifras de las grandes partidas de esta cuenta de resultados? ¿Qué valoración hacen del comienzo del año?

El 2023 no se puede analizar correctamente si no entendemos bien el año pasado. Hay que entender los resultados en un periodo de dos años. El 2022 estuvo afectado por tensiones inflacionistas sin precedentes, especialmente en nuestra industria, como consecuencia fundamentalmente de disrupciones en mercados energéticos derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania, eso hizo que los resultados del año pasado se vieran afectados a nivel de  márgenes debido a esta situación y a pesar de muchas acciones internas que tratamos de hacer para mitigar el coste energético, como buenos niveles de eficiencia productiva, los  primeros resultados de nuestro plan inversor, etcétera. 

Por lo tanto, lo que empezamos a ver en 2023 es cierta recuperación a unos niveles más normales. En ese sentido, en el primer trimestre, lo que reportábamos eran unas ventas de 378 millones de euros, un EBITDA en torno a 100 millones de euros que reflejaban una situación anómala o extraordinaria, que se está trasladando una segunda fase de adaptación de precios de venta, todavía trasladando inflación pasada del año 2022 y eso se combina con un entorno de costes algo más moderado.

En cualquier caso, la comparativa con el año pasado tiene poco sentido en el primer trimestre, por lo negativamente afectados que estaban los resultados del año pasado y eso debería ir normalizándose a lo largo del año.

Por último, a nivel de endeudamiento, lo que veíamos en el primer trimestre era un endeudamiento equivalente a 0,9 veces nuestro EBITDA en los últimos 12 meses, consecuencia de, por un lado, una generación de caja todavía afectada por movimientos extraordinarios de capital circulante, por otro lado, nuestro firme compromiso con la retribución al accionista y, finalmente, afectado por salidas de caja, por las adquisiciones de The Park y la adquisición de una participación minoritaria en Vidroporto.

Mencionas un alto compromiso con la retribución al accionista... ¿Qué política de dividendos sigue Vidrala?

La política de dividendos de Vidrala se basa en conseguir un crecimiento sostenible y sostenido del dividendo: sostenible, en el sentido de que seamos capaces de incrementar el dividendo independientemente de las condiciones del negocio, eso hará que el incremento del dividendo sea más o menos prudente, pero también en los años en los que los resultados no acompañen tanto, el dividendo pueda seguir estando ahí y, por otro lado, sostenido en el tiempo, buen ejemplo de ello es que llevamos más de 25 años consecutivos incrementando el dividendo.

Habitualmente siempre combinamos un dividendo a cuenta en el mes de febrero y un dividendo complementario en el mes de julio y esto se complementa habitualmente con una prima de asistencia a la Junta General.

Además de eso, siempre trataremos de combinar herramientas adicionales como pueden ser los programas de recompra o como las ampliaciones de capital liberadas, dependiendo de la coyuntura de negocio y el sentido que puedan tener esas herramientas.

Comentabas por otro lado que habéis ejecutado un par de adquisiciones recientemente... ¿Cuál es el sentido estratégico detrás de estas operaciones?

Desde el 31 de enero del 2023, nuestra filial en Reino Unido, Encirc, es propietaria de las instalaciones de llenado y la infraestructura logística que anteriormente operaba a Accolade Wines en Bristol, Inglaterra.

Nosotros somos un proveedor particular en Reino Unido porque una de nuestras plantas, además de fabricar envases de vidrio, que es nuestro negocio core, también es capaz de hacer el llenado. Son habitualmente vinos que vienen del nuevo mundo, Australia, Sudáfrica, Chile y California, que los importamos a granel y somos capaces de hacerles toda la cadena de valor.  Hacemos el envase, el llenado, el etiquetado, el packaging y la logística al destino final de donde se va a vender ese producto.

Con la operación de The Park, que es una instalación puramente de llenado, lo que hacemos es, en primer lugar, duplicar nuestra capacidad de llenado en Reino Unido, con lo cual, nos convierte en un proveedor todavía más único y, además, entramos en un acuerdo con Accolade Wines, un acuerdo de largo plazo con un cliente top, que nos da cierta visibilidad a nivel de volúmenes y a nivel de márgenes de resultados. Por lo tanto, es una adquisición a nivel financiero, poco material, pero muy estratégica para nosotros, sobre todo en el negocio en Reino Unido.

La otra operación que anunciábamos a mediados de febrero es la adquisición de una participación minoritaria en Vidroporto, que es un productor competitivo y reconocido en Brasil. Es un paso más transformacional o más grande para nosotros, por el hecho de ir a una geografía completamente diferente.

Remarcar que, a pesar de la ilusión que tenemos por cerrar la operación, todavía solo somos propietarios de esa participación minoritaria, por lo tanto, tenemos que ser algo prudentes en los comentarios que hagamos hasta que podamos completar la adquisición, que esperamos que sea pronto. Es un movimiento importante que significa mayor diversificación para nosotros, significa enfocarnos a un mercado de mayor crecimiento como es el brasileño y como pudiera ser, de cara al futuro, una plataforma de crecimiento más amplia, enfocada al mercado latinoamericano y, sobre todo, nos ayuda a reforzar alianzas con clientes que hoy en día son estratégicos y nos piden que los acompañemos en esos procesos de globalización propios.

Los criterios ESG están cobrando cada vez mayor importancia... ¿Cómo los integra Vidrala dentro de su negocio?

La sostenibilidad es un elemento central de nuestra estrategia corporativa y, en muchos casos, es algo en lo que Vidrala lleva trabajando desde hace mucho tiempo.

Nuestra estrategia de sostenibilidad se articula a través de lo que denominamos las 4 Ps: People, Place, Planet, Prosperity. Nuestra actividad se basa en un proceso industrial continuo e ininterrumpido, lo que posiciona la seguridad como uno de los aspectos al que dedicamos absoluta prioridad desde hace mucho tiempo, además de planes de formación, programas de bienestar, oportunidades de conciliación de la vida profesional y personal entre otras cosas. Todo ello, ejemplos de esa primera “P”.

También mencionaría la “P” de Planet como otra de las más enraizadas en nuestra cultura corporativa. Por un lado, tenemos un producto maravilloso: el vidrio es 100% reciclable, infinitas veces, sin perder sus cualidades y, además, procede de materias primas naturales y abundantes.

Frente a estos grandes beneficios, tenemos también un gran reto: la transición energética, el reto de descarbonizar el proceso productivo. Este proceso se materializará probablemente en dos fases: en primer lugar, una mayor electrificación de nuestros hornos y, más adelante, el reemplazo progresivo del combustible fósil por fuentes alternativas para alimentar nuestros hornos. Esto significa que es el momento de hacer inversiones en esta línea y Vidrala así lo hará.

En marzo de este año Vidrala entró en el Stoxx Europe 600. ¿Qué supone para la compañía entrar en un índice internacional como este? ¿Qué es lo que le aporta?

En primer lugar, supone un reconocimiento a que estamos haciendo las cosas bien, supondrá también mayor visibilidad y mayor volumen de negociación, lo cual es bienvenido y, por otro lado, mayor escrutinio de la información que publicamos, mayores exigencias en nivel de transparencia... 

Muchas de estas cosas son puntos a los que ya estamos acostumbrados porque Vidrala es una empresa cotizada y hay que tener en cuenta que una parte importante del capital hoy en día está en manos de inversores institucionales, grandes fondos de pensiones y grandes fondos de inversión que ya nos demandan este tipo de exigencias, con lo cual, nos ilusiona, nos motiva y, por supuesto, nos obliga a seguir mejorando.