- Hay que estar pendientes del dato del IPC y también muy atentos a la reunión de la Fed, donde conoceremos qué decide el banco central estadounidense sobre los tipos de interés, que parecen que los van a mantener como están, ¿verdad Oscar?

Nosotros la vemos desde el punto de vista anual. Esperamos que crezca del 1,8% al 2% en noviembre, en línea con lo que se espera de la economía. Si miras la parte subyacente, quitando alimentos y la parte energética, esperamos que se mantenga igual en el 2,3%. Nada e sorpresas esperamos por parte del informe del índice de precios al consumidor del mes de noviembre.

Por parte de la Fed, esperamos que las tasas se mantengan entre el 1,5% y el 1,75%. No esperamos que vaya a haber un mensaje muy diferente por parte de la Fed. Creo que el mensaje más fuerte ya se dio en octubre. Cuando decidieron bajar los tipos por tercera vez consecutiva. En ese momento, el presidente de la Fed dijo que se mantendrían esas tasas al menos en el corto plazo. Creemos que va a decir que la economía está desarrollándose de una forma muy positiva y que las perspectivas para el próximo año se van a mantener. Así que no esperamos un mensaje muy diferente de Powell este miércoles.

- Esta semana estaremos pendientes de Wall Street, después de que la semana pasada cerrase en positivo con el dato que se conoció el viernes de desempleo, un dato que se sitúa en el 3,5%, un dato que no se veía en 50 años.

Nos sorprendió a más de uno en el mercado. Nosotros teníamos unos de los pronósticos más altos, con 200.000, la media del mercado estaba en 180.000. Nos sorprendió a todos con 266.000 nuevos empelo, lo que quiere decir que el mercado laboral está fuerte. Mientras el mercado laboral esté fuerte, el consumidor americano está fuerte. Si tenemos eso, es muy difícil apostar a que la economía se va a desacelerar y mucho menos a que va a haber una recesión el próximo año, que era un tema bastante popular a mediados de este año en los mercados.

- La semana pasada también estuvimos muy pendientes de esa guerra comercial entre EEUU y China. ¿Cómo está ahora mismo la situación?

Tenemos una fecha límite, que es este domingo. Si no se llega a un acuerdo, de aquí a una semana podríamos tener de nuevo aranceles impuestos a las exportaciones chinas a EEUU y posiblemente una repuesta similar por parte del Gobierno de China, lo que no sería una buena noticia para el mercado. Esta semana o tenemos un acuerdo parcial en la fase uno, pero tenemos una parte de dificultades. Por parte del gobierno de EEUU quiere que el gobierno chino se comprometa a comprar entre 40.000 y 50.000 millones de dólares en productos agrícolas. Es muy difícil porque mirando los últimos años, lo máximo que ellos llegaron a comprar fue la mitad de eso. Ahí hay una diferencia grande. La otra es que el gobierno chino quiere que EEUU, como una señal de buena fe, reduzca algunos de los aranceles ya impuestos. Lo que pasa es que Trump no quiere hacer eso, ya que ve esos aranceles como una forma de presionar para que los chinos cumplan cualquier acuerdo que lleguen a firmar.

- La semana pasada también conocimos que el Cyber Monday batió todos los record. Pero el sector servicios se desaceleró y tampoco le fue bien al sector manufacturero.

La parte del sector no manufacturero sí se desaceleró pero se mantiene en niveles positivos. Mientras esté en estos niveles la economía se va a seguir desarrollando de forma muy positiva. La otra cara es la parte manufacturera, al rededor del 10% de la economía de EEUU, que ha venido en contracción la mayor parte del año, reflejando la desaceleración global y la guerra comercial entre EEUU y China. Mientras la parte más grande de servicios, el 90% de la economía, se mantenga a ese nivel, la economía estadounidense va a estar muy bien.

- Trump podría iniciar otra guerra comercial, en este caso con Francia. Ha dicho que va a imponer unos aranceles del 100% sobre distintos productos. Todo esto por la tasa Google. ¿Cómo podría afectar todo esto?

En verdad, el impacto directo no es tan grande, porque los productos franceses que van a estar afectados, si se llega a dar, es una parte minúscula como porcentaje del PIB de Francia. El mensaje más importante es que el presidente Trump va a usar los aranceles como su arma favorita para presionar a los socios comerciales. Lo hizo con México, con China, la semana pasada con Argentina y Brasil. También amenazó a Italia o Turquía. Ese es el mensaje más importante. Incluso llegando a una cuerdo parcial con China, el próximo objetivo de la administración Trump va a ser Europa.

- Aranceles para Argentina y Brasil, para metales, ¿verdad?

Fue algo bastante sorprendente. Creo que nadie del mercado se lo esperaba, Para mí, lo más interesante es que la razón que dio Trump fue la devaluación de la moneda. Hizo ver como si fuera una política de gobiernos en Brasil y Argentina de devaluar la moneda para hacer los productos comerciales más competitivos. Pero eso no es cierto. Es algo más sistémico dada la fortaleza del dólar. Hay elecciones presidenciales, protestas… que han llevado a  las monedas latinoamericanas a depreciarse, no es una política de los bancos centrales. De hecho, el Banco Central de Brasil estuvo interviniendo en el mercado porque no quería que la moneda se desacelerara tanto. La razón detrás de esto es que Trump quiere apoyar a una base política que es muy importante para las elecciones presidenciales del próximo año, que son los agricultores de EEUU. Dada la guerra comercial con China, a EEUU le ha tocado buscar los productos agrícolas en otros países, entre otros Brasil y Argentina. Eso es lo que está detrás de la decisión de Trump.

- Estos aranceles los quitó Trump en 2018. ¿Cómo puede afectar estos aranceles a la economía de estos países en un momento en el que no están muy bien?

Claramente les afectaría en algo pero creo que en general Brasil y Argentina se benefician mucho de las ventas a China. Si miras los números, las exportaciones agrícolas  de Brasil a China y las exportaciones de los aceros a EEUU es 10 veces más lo que exportan a China que a EEUU. Ese diferencial es grande y el mismo cálculo para Argentina es tres veces. Por el lado comercial creo que se benefician más yéndose con el gobierno chino.