- ¿Qué valoración hace de la marcha de la temporada de resultados? 

De momento está yendo en línea con lo que el mercado espera. La publicación seguirá en la misma línea aunque hay determinados factores que están haciendo que quizás no se estén considerando los valores en su justa medida. Sobre todo se tiene en cuenta el incremento de costes, el guidance de beneficios o los resultados que puedan tener en trimestres futuros más que las cifras que dé este trimestre, que serán buenas. 

-Cómo cree que están valorando los mercados los números. ¿Sigue pesando más la situación macro y geopolítica que las cifras de las cotizadas en estos momentos en el sentimiento inversor?

En estos momentos estamos muy en manos de la macro. Por un lado están los Bancos Centrales, saber si Powell subirá una vez más los tipos de interés o  los deja como están y si el BCE sigue la senda de Powell. Obviamente estamos pendientes de cómo afectará todo esto al crecimiento económico de Estados Unidos y Europa para ver si entraremos en recesión  o saldremos de todo esto sin entrar en recesión. Y, por otro lado, es indudable la situación que nos genera la Guerra. En Ucrania y Rusia está descontada pero el nuevo cisne negro que supone la guerra entre Hamás e Israel, y sobre todo la implicación que puede tener si acaba afectando a otros Estados. 

-¿Cómo ve al Ibex 35 en estos dos meses que restan para que termine el año?
Sin el contexto macro que hemos comentado, podríamos tener un mercado alcista. En el Ibex 35 tienen peso importante las financieras y tanto Santander como BBVA y Caixabank darán resultados extraordinarios. Por otro lado, el incremento del precio del petróleo en los 90 dólares por barril aúpa los resultados de Repsol y debería ser buen trimestre para empresas como Inditex . Pero todo esto en un contexto  como el que nos encontramos, la macro afectará de forma negativa al panorama bursátil español sobre todo si los tipos suben en un cuarto de punto más. 

-El índice tecnológico más importante del mundo, el Nasdaq 100, ha perdido más de un 9% desde sus máximos de julio. ¿Es momento de deshacerse de las tecnológicas?
El peso del petróleo es una apuesta más táctica que estratégica. Si la situación evoluciona a peor, que haya conflicto armado con Irán con cierre del estrecho de Ormuz o bombardeo de instalaciones petrolíferas, podríamos ver al crudo en 120-150 dólares por barril que en un contexto de fortaleza del dólar haría que las energéticas  den pingües beneficios. Pero a medio y largo plazo esto no es sostenible y es más un tema táctico. A medio y largo plazo las tecnológicas tienen un recorrido espectacular y no deberíamos deshacer posiciones. Es cierto que el Nadaq ha caído un 9% por dos motivos: el rally que han tenido las compañía en el primer semestre y por la “guerra 2.0” que mantienen EEUU y China, que está haciendo que Biden haya perjudicado a compañías como Nvidia en la venta de chips a China. No deberíamos salir del tecnológico aunque todo dependerá de la escalda de conflicto entre las dos regiones.  

-Teniendo en cuenta que el petróleo es uno de los principales activos en el que los inversores pondrán el foco, ¿cómo ve las compañías energéticas? ¿es buen momento para comprar?
Sin duda, el dólar que ha pasado de 1.10-1.12 a 1.05 ha hecho que una materia prima que cotiza en dólares tenga más beneficios. Si además el petróleo pasa de cotizar el barril de 70 a 90 dólares,  el beneficio es mayor. En un contexto en que Rusia y Arabia Saudí mantendrán la oferta constreñida y el conflicto en Israel hace que, con la incertidumbre, el precio suba. Las energéticas darán un enorme beneficio y puede ser un sector a tener en cuenta.