La “vuelta al cole” en los mercados llega marcada por la expectativa de que la Reserva Federal anuncie una bajada de tipos en su próxima reunión del 17 de septiembre. Jerome Powell, en Jackson Hole, ya apuntó a esa posibilidad, apoyándose en la evolución del mercado laboral. Como recuerda Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI, “la Reserva Federal tiene dos objetivos, el pleno empleo y unos precios estables. No va a correr el riesgo de un mercado de trabajo moderándose o siendo negativo la creación de empleo para no mover tipos”. De hecho, los datos conocidos en la última semana “refuerzan esa visión de bajada de tipos de interés por parte de la Reserva Federal”. El mercado da por descontado ese movimiento y, aunque no se descarta que haya más recortes antes de fin de año, la decisión seguirá siendo muy dependiente de los próximos datos: “como van dato a dato, tampoco me aventuraría si van a realizar muchas más”.

En paralelo, en Europa la situación es distinta. El BCE celebrará reunión la próxima semana, pero no se esperan movimientos tras las bajadas realizadas anteriormente. “El Banco Central Europeo tiene objetivo de inflación”, recordó el ponente, señalando que los últimos datos muestran un repunte moderado y, por tanto, el banco central previsiblemente no moverá tipos en lo que queda de año. Sin embargo, el foco en Europa está puesto en la incertidumbre política, especialmente en Francia, donde la moción de confianza del 8 de septiembre introduce riesgos adicionales. “Ese buen año de Europa parece que en las últimas semanas se está tornando algo negativo”, señala, advirtiendo también del menor dinamismo del crecimiento europeo.

La tensión se ha dejado sentir en los mercados de renta fija, con rentabilidades al alza, en especial en los bonos franceses a diez años. En Estados Unidos, los inversores esperan con atención las palabras de Powell, lo que ha generado “turbulencias tanto en mercados de renta fija como en mercados de renta variable”.

En cuanto a la estrategia de inversión, se mantiene la visión de medio y largo plazo. El verano ha estado marcado por unos resultados empresariales positivos, especialmente en Estados Unidos frente a Europa, y la apuesta sigue siendo clara: sobreponderar el sector tecnológico en el mercado estadounidense y combinar sectores defensivos —como eléctricas por su alta rentabilidad por dividendo— con cíclicos, en particular aquellos ligados a “ese aumento de gasto en Alemania, tanto en infraestructuras como en defensa”.