Los planes de pensiones que invierten en Bolsa han alcanzado máximos históricos, derivado de los bajos tipos de interés de los bancos centrales: el 40% de estos vehículos invertidos en Bolsa desde el 25% de hace 5 años. ¿Cree que este porcentaje seguirá subiendo?

Pensamos que sí. Las rentabilidades son bajas  la única manera es asumir algo de riesgo y parece que la gente se va concienciando, que si quieren algo de rentabilidad tienen que asumir algo de riesgo y creo que vamos en una buena línea.

El ahorrador español era eminentemente conservador. El mayor activo de inversión es la deuda. ¿Seguirá siendo así?

Sigue siendo así. Nos está costando trabajo cambiar ese pensamiento pero poco a poco, en cuanto los mercados se tranquilicen los clientes tienen que verlo reflejado. Si nos fijamos en las rentabilidades en renta variable a largo plazo tienen buenos movimientos.

Un reciente informe de Abante evidenciaba que el patrimonio total en planes de pensiones de sistema individual alcanzaba los 74.500 mientras que los planes de empleo eran casi la mitad. ¿Cuáles son los retos?

Es el principal reto para que el sistema de pensiones tenga un futuro prometedor. Es el segundo pilar y hay que darle su importancia. Y la tuvo en el pasado, simplemente con la deducibilidad que tenía de las aportaciones para el empresario era una cosa interesante que hoy en día no la tiene. Tendríamos que ir por ahí, potenciar la fiscalidad.

 En el último trimestre del año se agolpan todas las aportaciones a planes de pensiones. ¿Cuáles son las consecuencias que tiene este comportamiento para la inversión total en planes de pensiones?

Ahí el cliente se la juega. Apuesta por un valor liquidativo en un día concreto y con ese rally de Navidad, y a lo largo del año lo está penando por eso. Porque está apostando por un valor liquidativo algo. Hay que desestacionalizarlo. Aportar todos los meses un poquito, periódicamente. Ese es nuestro objetivo este año.

En España el 15% del ahorro se hace a través de planes de pensiones. La mitad que en otros países de Europa y mucho menos que en Holanda, dónde está en el 73% ¿Es por desconocimiento o porque todavía se sigue confiando en la pensión pública?

Yo creo que sigue confiando. Hay una tasa de sustitución del 82% es una barbaridad. La gente está confiando que en el futuro va a tener su sueldo casi íntegro. Eso es muy difícil. La gente tiene que saber lo que le viene encima y qué pensión va a tener. Sobre todo por el tema demográfico, es complicado que se puedan tener esas tasas tan altas de sustitución (en Europa ronda un 40%).

A nivel institucional ¿Cuáles son los retos?

Lo primero que necesitan las personas es informarse. El reto institucional pasa por ahí. Habrá que revisar todo el tema fiscal, tanto de los planes como los de empleo en concreto y qué van a cobrar las personas.

La OCDE insta al Gobierno a que fomente los planes de pensiones ¿Cómo va a afectar a la industria?

La industria tiene que cambiar y poner sobre la mesa medidas. Cada vez nacen menos personas y la gente vive mucho más. Esta esperanza de vida tan elevada hace que necesiten un complemento a la pensión y la gente se tiene que concienciar y ahorrar, ya sea a través de planes de ahorro o de otro tipo de producto.

El 14% de las declaraciones redujeron su base imponible por declarar un plan de pensiones. Se puede pensar que se usan estas aportaciones como medida para pagar menos hacienda que como ahorro…

Sí. Estoy de acuerdo. Se ha vendido mucho eso pero yo creo que también tenemos que vender la parte de inversión. También es un producto interesante y se están mejorando y flexibilizando más, sobre todo en el tema de la liquidez y poder rescatarla. Sobre todo para la gente joven. En Unicaja vemos que cada vez la gente joven se está concienciando más.