A pesar de las continuas operaciones corporativas
, “a día de hoy los fondos que se benefician de éstas están en negativo porque tienen cierto sesgo a la renta variable y en las dos primeras semanas de agosto todo saltó por los aires y el estar largo de una compañía y corto de otra tampoco salvaba de estar en saldo neto positivo en bolsa”. Si bien, “seguimos abogando por ellos como una manera de descorrelacionar las carteras, sobre todo en la parte de renta variable porque creemos que seguirán apareciendo operaciones corporativas”. Dentro de este grupo destaca el fondo “Dexia Risk Arbitrage, tanto para inversor conservador, como para arriesgado”.


El experto afirma que “no es el momento de entrar en fondos de bonos ligados a la inflación, puesto que son emisiones con vencimiento superior a 10 años y la inflación cotizada en estos bonos se está relajando muy mucho desde mayo al hilo de la desaceleración económica porque la inflación no va a repuntar por el lado de la demanda, pero el efecto de duración puede drenar a la vez que las tires están en mínimos”.

Avisa que “el inversor medio español no debe caer en la falacia de ‘va a subir todo lo que ha caído y por eso me lo voy a llevar todo’. Además, de aquí a final de año creemos que las caídas van a seguir siendo la tónica, por lo que seguimos abogando de los fondos de renta variable, pero por los que se separan de los índices para evitar descalabros”. Por ejemplo, “Amundi International SICAV o Robeco USA Premium”.

En estos momentos recomienda “reducir la exposición a la renta variable y aumentarla a la renta fija privada porque ha sido muy castigada injustificadamente, a la par que se reduce la parte de gestión alternativa”.