Si tenemos deuda corporativa de largo plazo “la probabilidad de impago es pequeña, me van a devolver la deuda y el cupón, el problema es que nadie aguanta el tiempo y eso al final es como comprar el activo directamente”. Si bien, “invertimos a través de fondos de inversión en deuda corporativa no vamos a obtener la rentabilidad de hace unos años”. Quien quiera grandes rentabilidades, “tendría que irse a bonos high yield, peor no es el momento de invertir en ellos ahora, hay que esperar a que el panorama se tranquilice”.


En el mercado de
commodities, “si alguien invierte en oro ahora mismo, tendría que invertir una gran parte de su cartera para que no le haga destrozos, pero hay que tener en cuenta que este mercado no produce flujos derivados”.

Del mercado de divisas recuerda que “los gobiernos son los que lo mueven y tiene toda la pinta de que va a venir una crisis de divisas porque todos quieren valer menos”. Su recomendación aquí pasa por “invertir pocas cantidades en todas estas adquisiciones que tienen mucho riesgo y el gran peso de la cartera en lugares diversificados”.

En lo que va de año, Kessler explica que “ha cubierto la cartera de las caídas de la bolsa con ETFs, tomamos recorrido importante en deuda emergente y corporativa, en renta variable entramos con fondos flexibles y ahora habría que considerar temas como la deuda ligada a la inflación”.