Entrevista realizada por Silvia Morcillo y Manuel López Torrents 

Año 1982. El pueblo español  le da un apoyo histórico y se forma así un Gobierno de mayoría absoluta por primera vez en la democracia. Gobierno que se tiene que encargar de entrar en la UE, reconversión industrial, apertura de mercados…unos años “complicados en los que había que vencer muchas resistencias ante medidas como introducir el IVA en cuatro meses, algo que produjo la visita del primer ministro de Japón que había tratado de hacer algo semejante y había caído su popularidad un 50%. Aunque algunas cosas se parezcan, hoy sería más difícil llevar a cabo aquellas medidas porque entonces la hoja de ruta de lo que había que hacer ya lo habían escrito países europeos con los que nos íbamos a integrar por lo tanto teníamos que vencer las lógicas resistencias”. Hubo que reformar no sólo la política fiscal, con los añadidos por exigencias europeas, sino una modificación del instrumento recaudatorio “porque teníamos uno del siglo XIX que había que hacer eficiente”. 

González reconoce que había mucha dificultad para identificar por dónde había que ir, “necesitábamos infraestructuras, sistema nacional de salud, universalizar el acceso a la educación….”. El cambio con respecto a la situación actual es que la única certidumbre que tenemos es la incertidumbre. Si a eso se le añade que queremos salir de la pandemia y que de pronto nos encontramos con una “agresión injustificable por parte de Rusia de una estupidez tremenda que lo altera todo y añade a la incertidumbre factores con cierta dimensión clásica como una inflación galopante (...) . Estamos pasando de una inflación que podría ser coyuntural a algo que puede ser estructural y no hay más solución que ponerse de acuerdo para hacer un pacto de política serio”. 

"La superioridad de la democracia cuando se respeta y se hace eficiente es indiscutiblemente mayor que la eficiencia de las dictaduras o totalitarismos"

España, como país, ha tenido un éxito histórico, ha tenido transformaciones muy profundas pero que requieren “renovar nuestros pactos y hacer las enmiendas necesarias para enfrentar los desafíos actuales”. E insistió en que los países funcionan “cuando se ponen de acuerdo en elementos nucleares para la convivencia y el futuro”. En este sentido reivindica la importancia de “un pacto de rentas transversal y profundo”, que ponga de acuerdo al mayor número de partes, “o lo pagaremos”. 

“Lo que ocurrirá si no hay un pacto de rentas es que habrá un cambio en la política monetaria, se empezarán a subir rápidamente los tipos de interés y combatiremos la inflación por el peor sistema posible que es encarecer las tasas de interés de forma que se produzca un proceso recesivo que vamos a pagar mucho más que ponernos de acuerdo”. 

González alertó que “España se ha empobrecido un 7%-8% de golpe por el choque inflacionista derivado de la crisis energética antes de la guerra” y agravada posteriormente por ella.

El presidente de la Fundación Felipe González opina que un Gobierno que no logre aprobar sus presupuestos debe disolver el Parlamento de inmediato 

Sobre una refundación o segunda fase del euro, el ex presidente opina que el euro es una moneda que está para quedarse; “se han dado pasos adelante y creo que el euro limita algunos de los márgenes de maniobra que tenemos (como las devaluaciones). Pero, el euro no es el problema. El problema es si de verdad va a haber de nuevo una escalada de salarios y precios que hagan que se convierta la inflación en un problema estructural grave”. Para ello se necesita, insiste, un empeño y un compromiso de base transversal de pactos. 

El presidente más longevo en el Gobierno español recuerda que todas las leyes que se aprobaban entonces tenían apoyos parlamentarios para que lo que se votara no fuera reversible ante un cambio de mayorías. “Hoy es más difícil acertar pues hay elementos de incertidumbre serios, hay cambios tecnológicos que galopan cada día, cuando hablamos de digitalización se habla de una fracción… pero los países funcionan mejor cuando se ponen de acuerdo en elementos para la convivencia y el futuro del país”.  La superioridad de la democracia cuando se respeta y se hace eficiente es indiscutiblemente mayor que la eficiencia de las dictaduras o totalitarismos.

Los fallos son de falta de eficiencia del gobierno, de polarización de choque, países que juegan en la grieta en lugar de provocan certidumbres…pero la democracia termina siempre ganando. Su flexibilidad es a su vez su debilidad y su grandeza. “Un demócrata puede rectificar, un autócrata no”. 

Con más de 60 años ligados a la actividad política, González cree que geopolíticamente y geoeconómicamente todo se está moviendo, pero que “el eje Rusia-China no existe. Estoy seguro que a los chinos, menos comunistas y más “confucianos”, no les gusta nada hablar de Tercera Guerra Mundial o de Guerras Nucleares”.

Estamos en un momento en que América Latina tiene que definir su posición. Recientemente, desde la Organización de Estados Americanos (OEA) la región no sólo ha condenado la invasión, “sino que le han dicho a Putin que tiene la opción de volver a su espacio de soberanía y no aceptarán que salga de sus fronteras para atacar unilateralmente la soberanía de otros países. Algo que debería haber hecho la OTAN, dice González. Lo que quiere Putin es que haya una situación en la que él sea un factor dominante y decida qué países tienen que ser neutrales o neutralizados por él”

El multilateralismo puede resultar engañoso si no se articula en regionalismos abiertos. “Solo, ni siquiera Alemania tiene relevancia a nivel internacional. Juntos en la UE tenemos algún peso y si además tenemos una agresión como la de Putin que nos indica que tenemos que asumir la mayoría de edad política de defensa y seguridad europea en el marco de la OTAN, mejor. El regionalismo abierto tiene mucha más relevancia que el multilateralismo”. González recuerda que América Latina tiene tres puestos en el G-20 y a día de hoy nunca se han puesto de acuerdo los tres países de la región para aprobar una opinión regional en el G-20. 

El primer factor de incertidumbre que se tiene que analizar en un momento como el actual es qué va a pasar con la política. Por lo tanto, la geopolítica y la reubicación de los países después de los países tras esta invasión de Putin a Ucrania es inevitable.  

“No hay ningún modelo energético ideal.  Tenemos que dar un paso inevitable hacia políticas de ahorro energético” 

Sobre el panorama energético, González cree que es necesario dar un paso adelante hacia las políticas de ahorro energético pues si con ellas se consigue ahorrar un 70% de energía y se combina con energías renovables ya competitivas se ha hecho una operación con una inversión extraordinariamente rentable.

“Creo que hay una enorme potencialidad en planes de ahorro energético, en el uso de renovables que tenemos a mayor escala y del aprovechamiento estratégico en la lucha contra los megaincendios de la energía renovable y disponible. A mi me resulta absurdo el mix energético que ha elegido Europa. No me cabe duda que rectificarán. lentamente como todas las organizaciones supranacionales pero lo harán”.  No es posible que el precio de la energía lo marque la energía más cara, asegura y “no tenemos  más remedio que sentarnos a la mesa para volver a hacer un pacto de rentas en serio que trate de ver cómo se distribuye este esfuerzo que deriva en un empobrecimiento colectivo desigual”

“Lo que ocurrirá si no hay un pacto de rentas es  que habrá un cambio en la política monetaria ,se empezarán a subir rápidamente los tipos de interés y combatiremos la inflación por el peor sistema posible que es encarecer las tasas de interés de forma que se produzca un proceso recesivo que vamos a pagar mucho más que ponernos de acuerdo”. 

González reivindicó el papel de Latinoamérica como gran oportunidad de futuro e insistió en que España no puede perder la ventaja añadida que tiene con el continente, no sólo por ser un fuerte inversor en la zona.