Los datos oficiosos llegan al 20%, poco a poco se va llegando a porcentajes imposibles de sostener y si no llega la tan esperada recuperación económica en la economía real y por consiguiente la demanda de crédito, se incrementarán estos porcentajes de morosidad aumentando irremediablemente con el consiguiente agravamiento de los márgenes del negocio y de la situación de capital de las entidades financieras españolas en su totalidad, mientras tanto, tienen que seguir utilizando la barra libre del crédito del BCE para jugar con la compraventa de deuda pública y mantener cierto equilibrio,
aunque a este juego previsiblemente se le ponga coto en breve según diversos globos sonda emitidos por el BCE para evitar esta mala praxis del negocio bancario al desviar el dinero del crédito hacia la especulación.

El BdE exige cada vez más provisiones a las entidades bancarias con el fin de ir cubriendo los posibles impagos del riesgo crediticio en general y sobre todo de las refinanciaciones de créditos al ladrillo en particular (la última petición cerca 10.000 millones) . Las refinanciaciones siempre han sido y siguen siendo una manera de aparcar/esconder los morosos durante el tiempo necesario para poder generar la liquidez suficiente e ir cubriendo las provisiones necesarias de estas operaciones una vez que las mismas entran en las diferentes categorías de riesgo deteriorado,subestandar con la necesidad de provisionar el 15% de las mismas en esta situación o del 25% en caso de previsible morosidad, hay que tener en cuenta además que los créditos que entran esta última clasificación casi siempre resultan impagados en un 100% por lo que tendríamos que pasar del 25% al 100% en las provisiones, situación imposible de asumir si no es con el paso del tiempo y poco a poco como se está realizando en la actualidad.

La banca calcula las previsiones a realizar de una manera objetiva fuera del cuadro macro con unas previsiones trimestrales anticipadas de los beneficios y en función de ellos refinancia lo que no se pueda cubrir, esta es la norma que se dicta en las direcciones operativas con el fin de ir saliendo del paso mientras la situación económica no mejore que sería la única forma para dar solución a este bucle en el que se ha convertido el riesgo bancario, siendo este gravísimo problema estructural de la banca española de extrema gravedad dado que estos ratios de morosidad son la principal espada de Damocles que pende sobre la estabilidad de nuestra banca.

Las causas fundamentales de esta situación son de sobra conocidas por todos y vienen dados fundamentalmente por varios factores y entre ellos y en primer lugar la falta de crecimiento del crédito, la banca se muestra restrictiva con las concesiones a tenor de la situación de crisis de la economía española y a su vez crea un bucle que no permite solucionar su solvencia por la falta de negocio y por consiguiente de crecimiento de esta parámetro, si el particular y la empresa no ve buenas perspectivas de crecimiento no pide el crédito y a su vez una vez solicitado este es posible que no se concediera por la falta de expectativas de cobro del mismo, con lo cual la mejora de esta situación viene dada exclusivamente por el incremento de los indicadores de mejora de nuestra economía que a su vez actuarían de palanca de cambio de todos lo demás, con ello y al mismo tiempo la banca podrá sacar a flote los más de cien mil millones de euros de dudosa recuperación que tiene contabilizados como riesgo normal cuando es moroso, todo ello a pesar de la benignidad con la que son tratadas las reclasificaciones pro el BdE

Organismos como la CNMV alertan que entidades como el BBVA no registran bien sus reclasificaciones con el fin de ahorrar en provisiones, las demás entidades hacen lo mismo por ello es difícil que el examen de solvencia sea pasado con facilidad dada la extrema situación de falta de solvencia que el sector tiene.

En fin y si la actividad en la economía real no se incrementa y por ende el PIB la situación se alargara considerablemente, el inicio la recuperación no verá el final del túnel, la precariedad laboral contribuirá al deterioro de la morosidad y estaremos dándole vueltas a la misma rotonda.

Rafael Montava Molina
Consultor Financiero Empresarial
www.rafaelmontava.com