No somos nadie, que dirían nuestras abuelas, ante la muerte, incluso la provocada por una pandemia –que no es tal, aún, tranquilidad…-. Aunque rascando…los que sí son algo menos hoy respecto al pasado lunes son los mercados con un valor que se ha visto reducido en un 4% en Europa.
Es cierto que
el impacto mayor lo sufrió la bolsa española el lunes en el que se hizo pública la noticia de que el primer contagio fuera de África por esta enfermedad se había producido a pocos 10 kilómetros de la Bolsa de Madrid, en Alcorcón, por cuenta de una ATS que atendió al segundo misionero trasladado a nuestro país en septiembre al haber resultado contagiado por el ébola.
Después vino el pánico vendedor…y cinco días más tarde el Ibex 35 retrocedía un 4%. No obstante, el porcentaje de caída es idéntico para el Dax Xetra germano, aunque en su caso el motivo sea más bien la constante lucha de su futuro por no perder el soporte, primero, de los 9.000 puntos, y con posterioridad, de los 8.900.
Los expertos consultados reconocen que las primeras ventas se produjeron a raíz de un claro pánico vendedor, pero descartan cualquier mayor repercusión sobre las bolsas salvo que la cifra de contagios vaya a más y la situación empeore.
La Historia de las pandemias y la bolsa
Grandes catástrofes o intoxicaciones múltiples que han repercutido a la renta variable hay muchas, pero nos centraremos en aquellas pandemias que han llegado a afectar a los humanos en mayor o menor medida, cualquiera que fuere su origen.
Por lo tanto, dejaremos de lado, por poner sólo unos ejemplos, a los pollos con salmonella del 2005, el benzopireno disparado que tenía el aceite de orujo en 2001 o, lejos de nuestras fronteras, la intoxicación por Coca-Cola que afectó a 200 personas en Bélgica, Holanda y Luxemburgo en junio de 1999.
Nos retrotraemos al año 1918 cuando se originó en España la pandemia de gripe más mortífera probablemente de todos los tiempos. Se estima que hasta un 40% de la población mundial pudo llegar a contagiarse y veinte millones de personas fallecieron a consecuencia de ella, según la OMS (Organización Mundial de la Salud).
En un informe elaborado por Fidelity International, sus expertos reconocen tener tan sólo datos relativos a la bolsa estadounidense (*se tienen datos del S&P 500 desde 1871). En aquel país, hasta 500.000 personas murieron infectados por la gripe española y no hay que olvidar que coincidió con el final de la Primera Guerra Mundial. Por si éramos pocos…
Ese año, en 1918, el índice S&P 500 cedió un 24,7%, según datos de la gestora, para rebotar un 8,9% al año siguiente.
Casi 40 años más tarde llegaban a las costas norteamericanas los últimos coletazos de la pandemia de la gripe asiática. Corría el año 1957, y quizás fuera por los avances médicos o por los antecedentes, pero su identificación fue mucho más temprana y su impacto infinitamente menor. En este caso, el S&P 500 no sólo ignoró este hecho, si no que, además, subió un 24% ese año y otro 2,9% en 1958.
El ‘mal de las vacas locas’. Su origen data de 1986, aunque no fue hasta el 21 de marzo de 1996 cuando la OMS declaró la alerta sanitaria a nivel mundial. En España, por cierto, no sería hasta casi una década más tarde, el 10 de julio de 2005, el momento en el que fallecería la primera víctima humana contagiada por esta enfermedad. Cuestión aparte es la repercusión brutal que tuvo sobre la industria cárnica.
En lo que respecta a las bolsas, la crisis vacuna pasó menos que de puntillas. Ese mes de marzo, el Dax Xetra se mantuvo sobre plano para repuntar hasta un 16% en el año 1996. El selectivo español se anotó un 35,2%.
Año 2003. Se habló por primera vez de la epidemia del SARS. Desde el 14 de enero y sus dos meses posteriores el MSCI Pacific ex Japan Index se desplomó un 12,8%. Posteriormente volvieron a subir para cerrar el año con un alza del 42,5%, en base datos de Fidelity.
Lo mencionamos aquí porque, aunque no tuviera una gran repercusión en Europa, es la directa comparación que están realizando estos días casas de análisis como Morgan Stanley. “Entre los años 2002 y 2003, las aerolíneas europeas llegaron a perder un 26%” de su valor bursátil como consecuencia de la importante caída del tráfico aéreo hacia la zona, la cancelación de vuelos, etc. Con posterioridad, recuerdan los expertos, “rebotaron y acabaron el año un 98% arriba desde los mínimos y con un avance de un 47% en el año”.
Sólo la semana pasada, la aerolínea que nos toca más cerca, IAG, perdió casi un 11% de su valor dentro del mercado.
En octubre de 2005 se produjo el primer contagio de un loro por gripe aviar en Europa. Fue en Reino Unido, ocho años después de que surgiera la pandemia en Hong Kong donde se sacrificaron miles de aves. Ese mes, el footsie londinense se dejó un 3,35%, mientras que en Alemania, la Bolsa de Fráncfort perdía otro 2,28%. Luego se recuperó y subió un 7%.
Sin habernos recuperado aún del impacto mediático que tuvo la gripe aviar en nuestras vidas, llegó otra epidemia de nombre muy similar: Gripe A. En abril del año 2009 se conocen los primeros casos de contagio por esta enfermedad y es en junio cuando la OMS decide declarar a la gripe A como ‘pandemia en curso’. Consumido por el pánico, ese mes el Dax Xetra germano se desplomó un 6,5%.
Y así…llegamos al pasado verano. Ignorando –para variar- la situación de África, el virus del ébola ya se conocía en el continente desde que a finales del mes de marzo se dieron los primeros casos de contagio en Liberia. ¿Dónde estuvo el origen? El primer fallecido por esta enfermedad fue un niño de sólo dos años en Guinea. Murió el 6 de diciembre de 2013.