El banco italiano Intesa Sanpaolo cerró el primer trimestre de 2022 con un beneficio neto de 1.024 millones de euros, lo que supone un descenso del 32,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según ha informado este viernes la entidad financiera.

El descenso en el resultado neto se debe en gran medida al impacto negativo a nivel contable de 822 millones de euros por la exposición de la firma a Rusia y Ucrania. Si se excluye este efecto, el beneficio neto de Intesa hubiera sido de 1.670 millones, un 10,2% por encima de las ganancias del primer trimestre de 2021.

Los ingresos entre enero y marzo se contrajeron un 3,8%, hasta 5.414 millones de euros. De esa cifra, los ingresos procedentes de intereses netos cayeron un 2,8%, hasta 1.956 millones, mientras que los originados por comisiones y tasas alcanzaron los 2.286 millones, un 4,6% menos.

Los ingresos originados por la división de seguros se elevaron un 7,8%, hasta 402 millones, al tiempo que las ganancias por activos financieros fueron de 767 millones, un 3,6% menos.

Los gastos de personal de la entidad financiera fueron de 1.577 millones de euros en el conjunto del trimestre, un 6% menos, mientras que el resto de gastos administrativos experimentó una caída del 5,6%, hasta 612 millones de euros.

A 31 de marzo, el banco contaba con una ratio de capital CET1, la de mayor calidad, del 13,6%, lo que supone 2,1 puntos porcentuales por debajo de la registrada un año antes. Al tiempo, los depósitos de los clientes se elevaron un 4,6% en el año, hasta 549.000 millones de euros, mientras que los préstamos avanzaron un 0,8%, hasta 468.000 millones.