Innovar es una de las claves a la hora de sentar los cimientos de un proyecto empresarial. Ser el primero en ofrecer un servicio o en comercializar una idea supone un impacto en el mercado que ya ningún otro podrá conseguir. Es lo que el profesor Ash Maurya define en su obra 'Running Lean' como ventaja de salida.

Por ello, son muchas las ayudas que se ofrecen a empresas innovadoras. Sin embargo, la innovación por sí sola no es garantía de nada, y son muchos los casos en los que, por distintas razones, la copia mejoró la idea y desbancó al original en el mercado.

Mejora del producto

Transformar el producto hasta perfeccionarlo es el secreto de algunos casos históricos. Uno de ellos es el de Hydrox, que en 1908 ideó un novedoso modelo de dos galletas de chocolate tipo sándwich rellenas de crema. Cuatro años más tarde, la marca Oreo imitó el modelo, pero perfeccionándolo, ya que confeccionaron un relleno más dulce y de sabor más fuerte y una galleta más crujiente, que no se deshacía tan fácilmente en la leche. La copia terminó convirtiéndose en la galleta más vendida de la historia.

Otro ejemplo es el de Kiddikraft, un set de construcción para niños con ladrillos de plástico ideado por el británico Hillary Page en 1939. Diez años más tarde, un carpintero danés replicó la idea bajo el nombre de Lego mejorando el sistema de ladrillos con ranuras laterales de Page. Lego eliminó las ranuras e incluyó unas protuberancias flexibles huecas moldeadas en la base. Esta mejora fue la clave para popularizar el juguete en todo el mundo.

Adaptación al mercado

Es la empresa quien debe adaptarse al mercado, y no al revés. Un ejemplo claro lo encontramos en The Landlord's Game, un juego de tablero creado en 1903 por la escritora Elizabeth Magie. Se trataba de un camino de la vida en el que su creadora pretendía moralizar frente a los sistemas monopolistas de la economía de su época. Treinta años después, un vendedor de calefactores llamado Charles Darrow patentó una versión de este juego a la que llamó Monopoly. Su sistema de juego se centraba sólo en ofrecer al jugador la posibilidad de alcanzar la máxima fortuna posible. El éxito fue arrollador, convirtiéndose en uno de los juegos de mesa más conocidos del mundo.

Otro ejemplo es el de McDonald's. Ray Crock era un vendedor de batidoras que, tras su visita al pequeño, pero exitoso, restaurante de San Bernandino (California) dirigido por los hermanos Dick y Mac McDonald, quedó fascinado por el modelo de negocio y la efectividad con la que se trabajaba allí. El comercial de batidoras no se lo pensó dos veces y quiso llevar la hamburguesería más allá. Sin embargo, los hermanos establecieron una condición muy clara: no modificar el espíritu del negocio.

El acuerdo duró poco. Ray Crock fundaba en 1961, sin el permiso de los hermanos, McDonald's Corporation, cambiando por completo las condiciones pactadas y obligando a los fundadores a firmar un acuerdo de cesión de derechos con el cobro anual del 0,5% de los beneficios, una suma que jamás llegaron a recibir. Pero la historia termina con un último golpe, cuando Ray Crock dispuesto a arrebatarles el local original de San Bernandino, decide inaugurar un McDonald's justo en la calle de al lado, llevando a la ruina la aventura empresarial de los hermanos.

Ponerlo más fácil

Otras empresas alcanzaron el éxito con un producto similar al de la competencia, pero haciéndole la vida más fácil al consumidor.

Fue el caso de Magnavox, la primera videoconsola doméstica de la historia, que quiso convencer de que el sistema solo funcionaba con sus propios televisores, para ampliar ganancias. La confusión que generó en el público la campaña de publicidad con la que se promocionada fue aprovechada por Atari, que unos meses después protagonizó el primer boom comercial de videoconsolas.

El mismo error cometieron en 2002 los creadores de Friendster, el precedente de Facebook. Pensaron que, al ofrecer una aplicación única, podían establecer reglas férreas, prohibiendo o limitando muchos comportamientos o tipos de uso. Sólo dos años después, Facebook demostró que el modelo era el opuesto. Por ejemplo, cuando detectó que había grupos de personas en un mismo perfil, creó la funcionalidad de los grupos; o cuando detectó que se usaban los grupos para convocar citas, creó la funcionalidad eventos. Esta adaptabilidad ha convertido a Facebook en uno de los líderes mundiales del mercado digital.

Otro ejemplo es Yahoo!, que en 1996 se convirtió en el rey de los buscadores. Tal fue su nivel de usuarios, que sus creadores decidieron llenarse los bolsillos inundándolo de publicidad. Dos años después, Google nació con una vocación distinta, y centró sus esfuerzos en mejorar constantemente su algoritmo de búsqueda. El resultado es sobradamente conocido.

Cómo blindarse

Una de las formas más prácticas para evitar ser desbancados por emuladores es patentando la idea. No obstante, el profesor Maurya considera que la mejor fórmula es la que él denomina ventaja competitiva injusta, que hace que las marcas originales sean insustituibles por contar con información privilegiada, autoridad personal, clientes ya existentes... Es el caso de grandes marcas como Coca-Cola o Disney.

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